Un gran hecho que debemos celebrar: La Procuraduría Especializada en Persecución de la Corrupción Administrativa (la ya popular PEPCA), parece que en verdad independiente, le marcha de frente al Ministerio de Salud Publica (¡El del actual Gobierno!) por los rumores y  denuncias públicas de que habría comprado jeringuillas de vacunación masiva a un muy sospechoso sobreprecio. Y mientras el Ministro Plutarco Arias (más chivo que una guinea tuerta) da marcha atrás a mil, gagueando, la Directora de Ética Gubernamental, Milagros Ortíz Bosch, celebra en grande lo que ella soñaba: una PEPCA con los juegos pesados.