“¡Coño!… ¡En medio de esta vaina que se ha armado con la bendita sentencia, y el informe de los malditos injerencistas que vinieron de caseldiablo a meter sus narices, y el escándalo de los periodistas traidores a la patria que deberían morirse, y las conspiraciones de las oenegés pagadas por las potencias que quieren fusionarnos con Haití…En medio de todo eso, se muere un maldito negro comunista al que ahora tenemos que rendirle pleitesía!… ¿Y es fácil?… ¡Qué rabia, carajo!”  (Cárguele esto a cualquiera de los comisionados que ayer postulé para ir a Sudáfrica).