Como muchos ignoran quién fue ese hombre cuya muerte entristece hondamente a todos los que lo conocimos, deben saber que Jorge Cela fue un sacerdote verdaderamente excepcional, más allá de sotanas, altares, misas y confesionarios. Sepan que Jorge Cela trabajó en mangas de camisa en los barrios de la extrema pobreza, entre la gente urgida de pan para su hambre y paz para su vida. Fue, Jorge Cela, un cura entregado totalmente a las mejores causas reivindicativas, sin prosternarse ante ningún poderoso y sin acatar mandatos superiores que no fueran verdaderamente cristianos. Es por eso que quienes lo conocimos lo extrañaremos.