Un informe de una ONG advirtió hace poco que el crecimiento de la población en el planeta se incrementará de modo exponencial en las próximas tres décadas y la India sustituirá a China en el número de habitantes a partir del 2030.
La Oficina de Referencia de Población revela una serie de datos que resultan algo escalofriantes en material de auge población en las próximas tres décadas, así como el peso consecuente que un exceso de habitantes tendría en los menguantes recursos naturales del planeta Tierra.
Según los expertos, el desempeño político y económico de cada país se verá afectado de manera directa por los cambios en la estructura demográfica de sus poblaciones, así como la secuela colateral en la producción de alimentos y los recursos disponibles para satisfacer la demanda de la inmensa población.
De cierto modo, las cifras son alarmantes. Se estima que el número total de habitantes en la esfera azul flotante superará los 7-mil-600 millones de personas para alcanzar los 9.9 mil millones, una diferencia de 2-mil-300 millones de seres humanos a los que habrá que resolver necesidades básicas como vivienda, alimentos, salud y escuela.
El estudio señala varias regiones que serán impactadas por la tasa de nacimiento entre el año 2030 al 2050. En el continente americano se anticipa el aumento de los mil millones actuales hasta mil-200 millones para la mitad del siglo XXI.
La investigación pronostica que el continente africano será la gran sorpresa en materia del auge en nuevos nacimientos, ya que su población podría crecer más del 100 por ciento actual, es decir para mediados del siglo, llegando muy fácil a los 2-mil-600 millones de personas.
Mientras que en la región de Asia se anticipa un marcado aumento superior a los 700 millones de almas en dicho período, para registrar un techo máximo de 5-mil-300 millones de habitantes. Sus vecinos de Oceanía también darán paso a la fecundación acelerada al subir de los 41 millones actuales a 64 millones de habitantes.
Sin embargo, la tasa de fertilidad en el continente Europeo incluido los territorios de Rusia, mantiene la tendencia a la baja en la población al pronosticar 16 millones menos de sus habitantes; es decir, de los 746 millones actuales a 730 millones. Todo ello marcado por el auge de la población de la tercera edad y la negativa de los jóvenes a procrear hijos.
La lucha más intensa está entre los dos colosos del planeta: China y la India. El primero ocupará la primera posición como el más poblado del mundo hasta el 2030, cuando el segundo gigante lo supere en el 2050 con el 25 por ciento de alza en su población, llegando a mil-680-millones de habitantes.
El estudio privado que publica la Oficina de Referencia de la Población advierte que para mediados de este siglo el 16 por ciento de los habitantes del planeta tendrá 65 años o más, comparado con apenas el nueve por ciento actual. Ese porcentaje será mucho más elevado en naciones desarrolladas, con el 27 por ciento, mientras los países colindantes registrarán un 14 por ciento.
Algunos expertos atribuyen la disparidad poblacional a lo que definen como transición demográfica. Ello consiste en la reducción de la tasa de nacimientos y de muertes en países con desarrollo económico pese a un auge inicial de nuevos habitantes. Mientras cada año mueren menos personas al mejorar la calidad de sus servicios de salud y medicamentos disponibles, a la vez se incrementa el número de nacimientos.
El estudio subraya que en las naciones en vías de desarrollo la tasa de nacimientos se incrementa en parte por la ausencia de una política oficial de control natal, falta de educación y recursos limitados, como son los casos de algunas regiones de África y Asia, y en menor grado en países de las Américas, donde no existe una política económica y demográfica definida.
Las próximas cuatro décadas resultarán cruciales para la distribución de los recursos disponibles y las posibles soluciones a las demandas de recursos en el planeta, en virtud de la presión poblacional derivada de la amenaza que constituye para todo el auge desmesurado de sus habitantes en ciudades, campos, caminos y veredas. ¿Habrá tenido razón el economista y demógrafo británico, Thomas Robert Malthus, en su ensayo del siglo XVIII sobre el principio de la población…?