La realidad mundial, regional y local, muestra signos evidentes de una acentuada deshumanización. A esto contribuye, la dispersión de fuerzas y el escaso o ningún consenso social que apunte a un proyecto común, transformador de estructuras políticas y sociales, además de la conciencia ciudadana. Basta con revisitar, lo que sucede en partidos políticos, en organizaciones profesionales y sindicales y en el tejido social en general, tanto a nivel nacional, como internacional.
La cohesión social según Ferelli es el grado de consenso de un grupo social sobre la percepción de pertenencia a un proyecto o situación común. Este es el punto focal que debemos tomar en consideración, la debilidad del sentido de pertenencia y por ello, la facilitad para alimentar prácticas dispersantes como el cambio de partido de un día para otro, la ruptura del compromiso con el gremio al que pertenezco para pactar con el gobierno o generar alta tensión en mi organización, para darle salida a proyectos individuales. Todas estas acciones son las que van creando la cultura de la confrontación y de la división interna que a su vez, logran un alcance global.
Asimismo, en el entorno internacional, la situación de Venezuela, de Brasil, de Turquía y otros, también muestra desencuentro y dificultades para buscar y encontrar puntos de consensos y de acuerdos entre sectores políticos, sociales y militares. Constatamos por tanto, una gran debilidad para que los diferentes sectores trabajen en una misma dirección y busquen el desarrollo máximo, de las personas y de la sociedad. Además, para cambiar estructuras corroídas y pseudo democráticas. Estos problemas son manifestaciones de una crisis social y política bastante extendida.
En este contexto, la preocupación educativa de Pedro Poveda (1874-1936) pedagogo y sacerdote español, se vuelve más actual y necesaria. Este insigne educador, vivió problemas similares en la sociedad de su época. Por esto, desde su tarea pastoral y educativa, descubrió la necesidad de una educación que fortaleciera la cohesión social. Poveda le presta especial atención a los valores, procesos y relaciones que posibilitan la cultura del consenso y de la unión en busca del bienestar de todos. Se convierte en un inspirador, de la educación para la cohesión social que hace avanzar hacia la transformación humana y social.
El proyecto educativo de Pedro Poveda se apoya en el Evangelio y en las aportaciones de la ciencia. Toda acción fundada en estos pilares deberá orientarse a la búsqueda de solución a los problemas colectivos y no sólo a los individuales. Fue esto lo que ocurrió en Guadix, pueblo de Granada, España donde fortaleció la cohesión y el compromiso a favor de un horizonte común para sus moradores.
La educación para la cohesión social que propugna Poveda, prioriza el dialogo con las diferentes organizaciones sociales y educativas. Le otorga importancia a la búsqueda de entendimiento entre los distintos sectores, para fortalecer la unidad de las personas y de la sociedad.
Sus orientaciones educativas para alcanzar la cohesión social ponen el acento en la solidaridad compartida. La misma, se caracteriza por una acción, que compromete a los grupos y comunidades en su propio desarrollo. De este modo contribuye a la recuperación de la voz de los que no son escuchados y permanecen en la orilla de la sociedad. Es desde esta perspectiva, que motiva al profesorado para que una sus fuerzas de tal manera, que pueda ser escuchado y se le tome en cuenta.
Pedro Poveda se percató también, de que el trabajo a favor de la cohesión social, pasa por el estudio permanente. Tuvo claro que desde la ignorancia se podía lograr poco y por esto se esforzó para que las personas le dieran importancia al estudio. En este sentido, consideró la fe y la ciencia, hermanas y prioritarias para lograr un conocimiento capaz de favorecer a los más débiles y vulnerables de la sociedad.
La necesidad de cohesión social en el mundo y particularmente en nuestro país, nos reta a examinar la importancia que le damos a la cohesión social y el horizonte de la educación que estamos promoviendo.