Nueva York.––Barack Obama dijo en Univisión, el ocho de mayo del 2008, “puedo ganatizar que tendremos en mi primer año de gobierno una ley (de reforma migratoria)….

Y quiero mover eso adelante lo más pronto posible”. Usó la éxitosa consigna del líder latino César Chávez “Sí podemos”. Ganó con una super mayoría congresual, cuando esperábamos la reforma, Obama  deportó más latinos que nadie.En el 2009 deportó 390.000, 393.000 en el 2010, 397.000 en el 2011  y terminará este año en 400.000. Obama deportó 1.5 millón de personas en cuatro años, un record nacional.

El 98 por ciento son latinos. Con un promedio de cinco personas por familia latina, las deportaciones de Obama destruyeron las vidas de 7.9 millones.La criminal “Guerra Contra las Drogas”, con armas estadounidenses, mató o desapareció a unas 125.000 personas en México, Centroamérica y el Caribe. Por cada víctima hay al menos un victimario, aumentando a 250.000 los envueltos. Con cinco miembros por familia, tenemos otro millón 250 mil personas afectadas por eso.Las deportaciones y la “Guerra Contra las Drogas”, destruyeron las vidas de más de nueve millones de Latinoamericanos.

Eso es casi la población dominicana, supera las hondureñas, nicaragúenses y salvadoreña y es más del doble de las panameñas y costarricenses.La reforma migratoria vendrá, gane quien gane, los demócratas la promoverán para reasegurar el voto latino y los republicanos negociarán buscando esos votantes.Cierto, Obama heredó una catástrofe económica, detuvo la recesión, previno una depresión y manejó una mejor política exterior.

Durante su administración, según una encuesta de Associated Press, aumentó la discriminación racial.Las políticas conservadoras de Obama, con sus discursos populistas, neutralizaron el movimiento popular y minoritario estadounidense, colocándonos al borde del abismo ultraderechista republicano descarnado, radical y bestial.Al final todos pagaremos los pecados de Barack Obama.