Con su ejemplo de febril patriotismo, en medio de un hemiciclo congresual nada solemne (como manda el librito del más puro folklor dominicano), el senador Charlie Mariotti da motivo a sugerir una acción que reivindicaría nuestro honor y buena fama ante el mundo: que los senadores y diputados que deseen emular su ejemplo de delirante patriotismo se pinten de payasos con los colores de nuestra bandera y viajen en alegre caravana a Toronto a celebrar los triunfos de nuestros atletas. ¡Sería fantástico ver a tan honorables congresistas defendiendo así la patria full color, en vivo y en cadena mundial!