La participación política es un término que las más de las veces se usa retóricamente para adornar discursos y solo se le da un simple valor declarativo que no conlleva ningún grado de compromiso. Pero ya es hora de que le demos al concepto el verdadero valor que tiene en el ejercicio de una democracia plena y realmente legítima.

Dicen que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, aunque no estamos de acuerdo con el absolutismo de esa frase, no dejamos de reconocer que tiene alguna certeza. Sobre todo, si vemos las cosas desde el punto de vista de la participación ciudadana en el ámbito político.

Se podría inferir de la citada aseveración, que cada sociedad tiene los dirigentes y el nivel de bienestar que corresponde al grado de participación ciudadana en la búsqueda de la solución de sus grandes deficiencias. A mayor activismo corresponde mayor conciencia y empoderamiento de su destino, y por ende mayor presión social y política para superar las situaciones indeseadas.

Si nos apalastramos y nos rendimos, producto del cansancio ante la persistencia de nuestros viejos males, ante la repetición de los mismos escenarios donde los corruptos solo cambian de nombre y los protagonistas son los villanos de la política, estaremos cumpliendo el propósito de ellos. El propósito de que nos mantengamos fuera del accionar político para ellos seguir reinando a sus anchas, sin nadie que los obstaculice y los cuestione.

La proliferación de promesas electorales que se hacen tan alegremente para luego olvidarse con el mayor desparpajo, tiene correlación con un bajo índice de participación política de ciudadanos que reclamen su cumplimiento y hagan pagar caro su desconocimiento

El espacio de la política no podemos seguírselo cediendo a quienes han envilecido la sociedad y a quienes en vez de ser ente solucionador se han se han convertido en parte de los problemas que debemos solucionar. Por eso, no cabe la apatía, el derrotismo y la marginación de la actividad política, en razón de que el lugar que abandonamos será ocupado por los menos indicados.

El adecentamiento de la vida pública parte de la necesidad de que los ciudadanos más probos moral, política y éticamente llenen los mayores espacios de participación, ofreciendo cada vez menos brechas por donde puedan colarse “los malos”.

Los ciudadanos solo se hacen conscientes de su poder para cambiar su situación de agobios y penurias cuando toman su destino en sus propias manos y no permiten que otros lo determinen. La participación ciudadana en los procesos de definición de la política pública,así como en las oportunidades que se crean en un ambiente de sana democracia, hace que se avance y se consolide el proceso de la institucionalización del país, cuya falta provoca que todo aquí ande manga por hombro.

La participación ciudadana en la política es el involucramiento de los individuos en el espacio público estatal y no estatal desde una óptica de conciencia de sus derechos y deberes, lo cual favorece la integración enla comunidadpolítica como factor de cambio y transformación de la sociedad para lograr la igualdad en dignidad y derechos para todos los dominicanos.

El modelo de democracia que hemos implementado no importantiza dicha participación y por eso hemos construido un tipo de relación gobierno-sociedad basada en la aceptación pasiva de todo tipo de imposiciones arbitrarias que conculcan nuestro derecho a una vida mejor.

La proliferación de promesas electorales que se hacen tan alegremente para luego olvidarse con el mayor desparpajo, tiene correlación con un bajo índice de participación política de ciudadanos que reclamen su cumplimiento y hagan pagar caro su desconocimiento. Cuando los demagogos se estrellen contra esta muralla ciudadana, entonces se darán cuenta que con el pueblo no se juega ni se relaja, ni tampoco se le puede utilizar como objeto desechable.

Si aceptamos que la democracia es eltipo de gobierno en el que el poder político debe ser ejercido por elpueblo, entonces debemos fomentar un buen nivel y calidad de participación política para que se cumpla ese supuesto que se obvia la mayoría de las veces.

La participación del pueblo sencillo, en conjunción con los demás sectores de la sociedad, alrededor de intereses comunes, como la superación de la pobreza, la injusticia, la desigualdad y la inseguridad, entre otros males, puede llegar a constituir un mecanismo para el empoderamientosocial efectivo.

Los cada vez más graves problemas que enfrentamos, demanda que se deben crear las condiciones para promover una sociedad civil que se integre activa y militantemente en el proceso de avanzar hacia estadios superiores de desarrollo humano y social.

El hecho de que los ciudadanos recobren su protagonismo social para incidir en el curso de los acontecimientos políticos e impactar en algún grado en los asuntos de las políticas que ejecuteEstado, es un asunto que se debe impulsar ya, teniendo en cuenta que como esto nos concierne a todos, debemos hacerlo nuestro todos, sin importar raza, identificación política ni credo religioso.