Finalmente los munícipes de Santo Domingo Norte podemos decir que tenemos un alcalde. Llevo siete años viviendo en Buena Vista I y fuera del odioso tránsito en horas pico, no tengo quejas mayores.

El sector es muy tranquilo. Entre mis problemas no está el ruido de colmadones, ni la bulla desconsiderada de mis vecinos y mucho menos la falta de agua. En el barrio todo fluye.

En siete años viviendo en el municipio, he visto desfilar dos alcaldes más, antes de esta gestión de Carlos Guzmán, y puedo afirmar con propiedad que por primera vez el trabajo del alcalde es visible, notorio, constante y contundente. El trabajo de esta gestión ha ido más allá de pintar los parques en los barrios y jamás volver por el pedazo o retocar los murales de la avenida Hermanas Mirabal por los predios de las estaciones del Metro. Ahora es diferente.

Si algo me toca reconocer es que, por primera vez, dejé de pagarle a particulares para que se lleven mi basura. El camión, desde que Guzmán asumió, no ha fallado en mi calle. Y no se imaginan lo contenta que me pongo cada vez que escucho esa bocina a todo dar que se anuncia desde la esquina para que los vecinos tengan su basura lista.

Sin embargo, mi calle, una cul de sac de no más de 300 metros, sigue sin asfaltar. Y si bien es un asunto de Obras Públicas, también se que se puede gestionar a través de la Alcaldía y que, con un operativo, lo mío se resuelve fácil. Se han cumplido con todos los requerimientos, la junta de vecinos ha agotado todos los procesos y de hecho ya hemos tenido acercamiento con el equipo de Carlos Guzmán, que gentilmente ha atendido mi reclamo.

Hoy elevo mi petición y la de mis vecinos para ver si por fin se nos escucha y la solución llega hasta nosotros. Esperanzada, además, en que ahora con una gestión eficiente como la del alcalde Guzmán la calle nuestra deje de ser la única calle en Buena Vista I que está sin asfaltar.

Menos de 300 metros que nunca han sido asfaltados hacen sentir a uno totalmente excluido y en ruina absoluta. Esto, sin contar con los graves problemas de salud que resultan del polvo que no se acaba.

Para nosotros es importante. Por un asunto de salud, de calidad de vida y dignidad humana y para usted, alcalde, como una forma de honrar su compromiso con nosotros y seguir marcando la diferencia con su gestión, que a fin de cuentas, es lo que hablará por usted.