Palabras muertas que no me explico cómo siguen incluidas en los textos educativos, religiosos, políticos y filosóficos que se usan en escuelas, iglesias, partidos y discursos humanístico en República Dominicana, sus ciudades, pueblos, barrios y clases: compasión, solidaridad, sensibilidad, respeto, bondad, conmiseración, moral, principios, consideración, humanismo, prójimo. Si no cree que tales monsergas en realidad han muerto pregúntele a Oliver Gutiérrez Hiraldo, el piloto que se desplomó con su helicóptero en Maquiteria, uno de los espacios salvajes que conforman la degenerada realidad social dominicana.