Nueva York.-Un personaje de Lin Manuel Miranda, en su musical “In the Hieghts”, siempre clamaba por “paciencia y fe”. La idea viene del “Cándido” de Voltaire, quien enfrentando dificultades, siempre concluía que, solo resta “esperar y confiar”.
Eso deben aprender los dominicanos con el caso ODEBRECHT.
El Procurador General de la República, Dr. Jean Alain Rodríguez recién reveló tres datos que ayudan a cultivar “paciencia y fe”. Aseguró que trabajaba con los sistemas judiciales estadounidense y brasileño, las dos judicaturas más prestigiosas, poderosas e independientes del continente.
Es difícil hacer un chanchullo trabajando con esa gente.
Rodríguez dijo que investigarán las finanzas de los imputados; si Brasil y Estados Unidos investigan, descubrirán lo oculto. Los 18 meses de coerción que Rodríguez solicitó para los imputados, acostumbrados a vivir como dioses, los desesperará y terminarán inculpando a otros.
Estos casos nunca se resuelven “pronto”, ni empiezan por arriba, siempre empiezan abajo.
Recordemos, Juan Tomás Peña Valentín, involucró a Leonel Almonte, quien involucró a un ex jefe de la policía, quien involucró a un jerarca militar. Ese involucró al ministro de Defensa, Manuel Antonio Cuervo Gómez, entonces cayó preso Salvador Jorge Blanco.
En 1972 arrestaron a unos cubanos que entraron ilegalmente a las oficinas del Partido Demócrata en el edificio Watergate. El FBI los conectó con la campaña del presidente Richard Nixon, siguió la investigación y, dos años después, Nixon renunció.
Brasil tardó tres años investigando antes de amarrar al ex presidente Luiz Inacio –Lula- Da Silva.
Si sumamos paciencia, fe, espera y confianza con una buena dosis de presión persistencia y consistencia, apoyando al magistrado Francisco Ortega Polanco, obtendremos los resultados que merecemos.
Las cosas importantes toman tiempo, trabajo y mucha paciencia.
Con ODEBRECHT los dominicanos necesitan “Paciencia y fe; esperar y confiar”.
Además, no tienen más opciones.