No se conoce otro caso de la magnitud de Odebrecht en la historia de América Latina. Fue la mafia político-empresarial más colosal con operaciones en los gobiernos de once países del subcontinente. Ya han caído dos expresidentes en pleno ejercicio del poder; un expresidente preso y cinco investigados: uno prófugo y cuatro con procesos abiertos; más de cincuenta ministros y funcionarios de gobiernos en la cárcel y la sospecha respecto a otros presidentes, incluido el dominicano, Danilo Medina. La monstruosa anatomía del caso ha confirmado una vez más el viejo axioma forense de que los detalles abren y cierran casos. Ese aforismo impuso su lúcida verdad descubriendo dimensiones nunca sospechadas. Veamos algunos de esos “pequeños” detalles.
La veinteañera
Odebrecht crea en el año 2010 la famosa Caja B, cuenta no trasparentada a través de la cual manejaba los pagos de coimas en Brasil, pero antes, en el año 1987, la gestión contable de ese asiento era responsabilidad de una pequeña oficina denominada “sector de relaciones estratégicas” (preludio del departamento de operaciones estructuradas) que tenía como secretaria a una adolescente de apenas veinte años llamada Concepción Andrade. Sucede que esta jovencita fue despedida en el 1992 y, consciente de que las operaciones de esa unidad eran sospechosas, se llevó copia de los registros que había acumulado y los guardó en su casa por tres décadas hasta entregarlos a la justicia federal brasileña y a la comisión del Congreso a cargo de la investigación. Andrade, hoy señora, confió en que en un futuro las cosas cambiarían en su país. Ella fue parte del cambio.
Moraleja: “No hay nada como un sueño para crear el futuro”. Víctor Hugo. Los Miserables
La gasolinera
Todos sabemos que la operación “Lava Jato” debe su nombre al develamiento de una red de lavado de dinero que operaba en Brasilia y Sao Paulo a través de un cambista llamado Carlos Habib Carter, propietario de una estación de gasolina ubicada en el centro de Brasilia llamaba “Posto da Torre”, donde además operaba una pequeña plaza comercial que contaba con una cafetería, una tienda de comida y una lavandería (nunca funcionó un lava autos como sugiere el nombre de la investigación federal). Pero además había un local donde se lavaba dinero, jamás en las proporciones descubiertas. A mediados de 2013, la policía federal empezó a monitorear las conversaciones del propietario de la estación de gasolina. Se creía que Carter era un doleiro de escasa monta. Cuando la policía federal allanó el lugar, en marzo de 2014, descubrieron que el propietario hacía transacciones descomunales con Alberto Youssef, un personaje ya conocido por las autoridades pues en 2003 había estado preso por lavado de dinero y delitos contra el sistema financiero. Youssef, cerebro de la red, tenía las conexiones más altas con los ejecutivos de Petrobras y funcionarios del gobierno brasileño, pero había que probarlas.
Moraleja: “No se deje engañar por lo que aparezca en la superficie. En las profundidades es donde todo se vuelve ley”. Rainer María Rilke
La Range Rover más cara
En los registros y documentos incautados a Yousser los investigadores federales brasileños encontraron un correo electrónico en el que se hablaba de una camioneta Range Rover Evoque, que este le regaló a Paulo Roberto Costa, quien entre los años 2004 y 2012 se desempeñó como director de abastecimiento de Petrobras. A partir de esa conexión, y después de su apresamiento, descubrieron que esta persona era clave en el manejo y otorgamiento de los contratos de Petrobras. Delató a todos los ejecutivos, políticos y contratistas de la red de sobornos más grande jamás conocida en la historia de Brasil. De Yousser haber pagado en efectivo la yipeta, no había manera de comprometer al ejecutivo de la empresa estatal.
Moraleja: “La confianza es madre del descuido”. Baltasar Gracián
Un ratón justiciero
Cuando en Brasil Marcelo Odebrecht fue informado de una investigación federal en contra de las empresas contratistas de Petrobras supuso que su emporio iba a ser incluido y urgió a sus ejecutivos a salir del país para desmantelar el famoso departamento de operaciones estructuradas por cuyas cuentas se manejaba la red internacional de sobornos. Después de considerar a Antigua, Portugal o Dubái, decidieron radicarlo en Santo Domingo, República Dominicana, “por razones de seguridad y facilidad”, pero sus directores optaron por residir en Miami. Uno de ellos, Fernando Migliaccio, prefirió una torre de apartamentos de lujo ubicada en la ciudad de Aventura. Viajaban semanalmente a la República Dominicana. Resulta que el vecindario del condominio donde residía Migliaccio era predominantemente brasileño y hacía con frecuencia parrilladas en la piscina del club. Uno de sus residentes descubrió un ratón husmeando en la parrilla del asador. El incidente hizo que los vecinos intercambiaran correos electrónicos sobre la compra de una nueva parrilla, pero hubo una dirección electrónica copiada en los envíos que llamó la atención del agente de la Policía Federal brasileña, Felipe Pace, que seguía la pista de Migliaccio. En enero de 2016 el agente obtuvo una orden judicial en Brasil que obligaba a Microsoft Corp. a darle acceso a la cuenta de hotmail. En el inbox de esa cuenta encontraron hojas de cálculo y correos electrónicos que detallaban el tráfico diario de sobornos. Los investigadores llevaron los documentos a una sala de alta seguridad en el tercer piso del edificio de la Policía Federal en Curitiba y los revisaron. A partir de de ese incidente motivado por un ratón se ensanchó enormemente el radio de la investigación.
Moraleja: “A veces uno realiza un hallazgo cuando no lo está buscando”. Alexander Fleming
¿Un presidente en la mira?
Se cuenta que en la visita hecha por un presidente latinoamericano a Brasil durante el gobierno de Dilma Roussef, este sostuvo una reunión con Luis Ignacio Lula da Silva. Un informe de esa visita llegó al Departamento de Estado de los Estados Unidos donde se da cuenta de que el expresidente brasileño, luego de la reunión, les dijo a ejecutivos del más alto nivel de Petrobras que ese presidente visitante era un aliado y que ya era parte del compromisso.
Moraleja: “Estados Unidos está mirando lo que ocurre, francamente, en cada lugar al sur de nuestra frontera: México, América Central y Sudamérica”. Mike Pompeo, Secretario de Estado de los Estados Unidos, exdirector de la CIA.