Nueva York.-El presidente Barack Obama firmó un acuerdo con China sobre cambio climático, defiende la “neutralidad” del internet, e impedirá la deportación de unos cinco millones de indocumentados. Parecería que a Obama le pusieron una inyección de testosteronas y  por eso ahora puede “empujar su agenda”.
Todo esto es pura provocación, manipulación y laborantismo político; los republicanos, que tienen seis años, acorralándolo, emboscándolo y narigoneándolo, saben que es espectáculo.
Aunque Obama parece haber decidido hacer lo correcto, está inspirado en razones absolutamente incorrectas, equivocadas e ilegítimas. A Obama no le interesa el cambio climático, ni la situación de los inmigrantes, ni la neutralidad del internet, nunca invirtió su “capital político” en esas áreas.
Su única motivación es la provocación.
Como él y su partido fueron apaleados en las elecciones recientes, Obama ahora trata de enfrentar directamente a los republicanos con el pueblo. Admite, de esta forma, que su Partido Demócrata fracasó como representación política del pensamiento liberal.
Cuando Obama ganó la presidencia, lo apoyaba todo el mundo y controlaba el Congreso, pero no hizo nada de lo que se propone hacer ahora.  Cuando le preguntaron hace unos años por qué no usaba sus poderes ejecutivos para proteger indocumentados de la deportación respondió ofendido.  “Yo no soy un rey”, dijo, se definió como un demócrata que debe trabajar con el Congreso.  ¿Qué pasó ahora, de dónde le vino la corona?.
Obama espera que los republicanos reaccionen radicalizándose aun más, para de esa forma enfrentarlos directamente con los Latinos, por el tema migratorio, con los ambientalistas por el tratado con China y con los internautas con su posición de la neutralidad del internet.
Obama espera provocar ese enfrentamiento directo entre los republicanos y el pueblo, produciendo un voto masivo anti republicano, entonces los demócratas retendrían el poder en el 2016.