Nueva York.––Saber escuchar al otro y tener sentido de la oportunidad son características indispensables de un gran lider, el presidente Barack Obama demuestra que tiene las dos.  Con sus inmensas orejas de elefante, escucha atentamente los reclamos del  movimiento Occupy Wall Street y sus últimas políticas responden directamente a las demandas de los ocupantes.

Mucha de la gente ocupando Zuccotti Park (Plaza de la Libertad) en el distrito financiero de Manhattan, fueron desalojadas en la estafa colosal denominada "crisis financiera".

Después de regalarle $700 mil millones a los banqueros que desalojaron a esa gente, ahora Obama se ocupa de detener la cadena indetenible de desalojos continuos.  Creó un programa para que quienes enfrenten el desalojo inminente renegocien sus préstamos hipotecarios, reduzcan los pagos y retengan las viviendas.

Muchos jóvenes en la Plaza de la Libertad deben sus préstamos educativos con altísmos intereses.  Y no consiguen empleos donde ganen suficiente para pagar y vivir con dignidad. Obama propuso una iniciativa  que reducirá en "varios cientos de dólares" los pagos mensuales.  Esto sólo aplica a los préstamos federales, los de la banca privada siguen inmutables, con sus intereses en constante crecimiento.

Ahora avanzan las investigaciones sobre trampas en los mercados de valores y algunos banqueros y financistas tramposos caen presos;  proyectando la imagen de que la administración Obama enfrenta a los banqueros tramposos.

El presidente acomoda su gobierno a las demandas de Occupy Wall Street porque ese movimiento tiene muchísimo apoyo popular y los politicos saben que eso "se pega". E influenciará en gran manera toda la vida nacional y mundial, empezando con las próximas elecciones.

La historia quedará dividida en antes y después de Occupy Wall Street, por eso Obama escucha los tambores de la Plaza de la Libertad con mucha atención. La clave de su reelección, él lo sabe, es esa ocupación.