Como muchos conceptos que se van poniendo de moda con los nuevos tiempos, el concepto NZEB ha ido tomando mucha notoriedad en los últimos años.
NZEB son las siglas en inglés de Net Zero Energy Building o lo que es lo mismo en castellano, edificio de cero energía neta. Pero ¿qué quiere decir esto? Este término define a un edificio cuya demanda energética es igual a la generación que el mismo, o su entorno inmediato, puede producir con energía renovable.
A esta definición, ampliamente aceptada, se le puede agregar algo más para completarla y es que un edificio cero energía es aquel en que el balance final entre la energía producida para su funcionamiento y la consumida es igual a cero.
Esto, definido así, tendrá algunas matizaciones según sea el estamento que lo establezca. Algunos especialistas también hacen una diferenciación más entre ZEB y NZEB.
Zero Energy Building (o ZEB) define aquel edificio que siendo balance cero energía, no se encuentra conectado a la red general de suministro de energía, o lo que se sería lo mismo, decir que goza de autonomía energética, es decir que gracias a fuentes renovables de generación puede autoabastecerse.
La diferencia entre un ZEB y un NZEB es que el segundo, al igual que el primero, consigue un balance energético cero – gracias a las renovables como hemos dicho más arriba- pero sí que está conectado a la red de suministro con la cual interactúa.
Existe otro término que sería confundido, por sus siglas en inglés, con el Net Zero Energy Building, y es el Near Zero Energy Building o lo que sería lo mismo en castellano: edificio “casi” cero energía.
Hacia una unificación de criterios
Como hemos ido viendo existes varios conceptos de edificio cero energía que coexisten en el ambiente. Lo importante de todo esto, más allá de la confusión que pudiera generarse, es que se ha ido creando toda una corriente tecnológica que busca despojar a los edificios del estigma de ser los responsables del 40% del consumo de energía global.
Hoy por hoy los edificios ciertamente son responsables de casi la mitad de consumo del planeta, si se cuenta desde el proceso inicial de fabricación de los materiales de construcción hasta el uso del edificio y la posible deposición de los materiales una vez terminada la vida útil del edificio.
En cuanto a esta última parte, la de la deposición final de los materiales, el asunto de la rehabilitación energética toma importancia para cerrar el ciclo de la vida útil del edificio o más bien ampliar este ciclo por una cantidad de años adicionales.
Definir NZEB contando con esta parte y tomando en cuenta el ciclo de vida “total” de los materiales es lo correcto desde el punto de vista de los especialistas que estudian el asunto. Otros aspectos aún quedan pendientes de unificar y los iremos viendo más adelante…. Hasta la próxima semana.