En el informe de los resultados económicos del primer trimestre del 2014, presentado el mes pasado por el Banco Central, se informó que la institución discontinuará el cálculo y publicación de la tasa de desempleo ampliado, que es la que se utilizaba hasta el año pasado 2013 para medir el nivel de desempleo.
Según la metodología aplicada hasta 2013, la cifra oficial de desocupación era determinada por la "tasa de desempleo ampliado", basaba en la cantidad de desempleados en el país, independientemente de quien buscara o no buscara empleo. Esta incluye a desempleados ocultos o desalentados, los que han decidido no buscar empleo en el pasado y no haberlo encontrado. Dentro de este grupo se encuentran personas que se dedican a quehaceres domésticos, los que dicen no haber buscado por estar estudiando, por recibir rentas de alquiler, o por recibir remesas o intereses, entre otros. La nueva metodología del Banco Central, según el documento titulado “Nota Aclaratoria sobre las Definiciones de Tasa de Desocupación Abierta y Tasa de Desocupación Amplia” publicada por el Banco Central recientemente, consiste en sólo tomar en consideración la población desocupada "abierta", aquellos que no tienen empleo pero que buscan activamente. Por esta razón, la cifra oficial de desempleo en 2013 es de 15%, lo que en 2014, "metodológicamente" viene a reducirse a 6.9%.
El Banco Central argumenta que el cambio de metodología se debe a que la cifra "abierta" es más consistente con las cifras de desempleo publicadas en otros países. Aunque es cierto que internacionalmente la cifra de desempleo abierta es más común, existen todavía muchas variables que no permiten una comparación adecuada bajo el nuevo método. Por ejemplo, la edad mínima de la población económicamente activa (la oferta de mano de obra en el mercado de trabajo) es muy diferente entre países que usan la tasa ampliada. Mientras en República Dominicana la edad mínima según el Código Laboral es 15 años de edad, en Colombia es 12 años, y en Argentina 16. También existe el problema de que el periodo definido para que una persona pase de ser “desempleada activa" a “desalentada” (y por ende excluida de las cifras oficiales) es muy diferente entre países y arbitrariamente seleccionada en la mayoría de los casos (en República Dominicana son 4 semanas).
Pero aun dándole el beneficio de la duda a las autoridades monetarias, asumiendo que la cifra del desempleo abierto no es una cifra matemáticamente errónea, podríamos argumentar con facilidad que la cifra del desempleo abierto es una cifra distorsionada y no es la más fiel a la realidad de la República Dominicana, pues elimina como por arte de magia todos aquellos “desalentados" a corto plazo precisamente por las condiciones precarias que no permiten a un segmento amplio de la población a conseguir empleo. Estas cifras "abiertas" son claramente más propensas a ser maquilladas. Por ejemplo, la cifra oficial de desempleo podría disminuir incluso cuando el número de personas sin empleo esté en aumento. Esto sucedería simplemente transfiriendo un mayor número de desempleados activos al grupo de "desalentados", ya que estos últimos son invisibles ante las estadísticas oficiales.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de Octubre del 2013, la diferencia entre tasas de desempleo abierta y ampliada es de 410,881 personas, muchas que bajo pobreza generalizada no están en condiciones de encontrar alguna posibilidad de empleo, y por ende no buscan empleo activamente. Al analizar las razones para la no búsqueda de trabajo La "Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo”, levantada en Octubre de 2013 con muestra efectiva de 8,226 viviendas encuestadas a nivel nacional, se determinó que el 37% de personas desalentadas no va en busca de empleo porque están cansados de buscar, el 29% porque se dedica a quehaceres domésticos, un 10.3% porque está estudiando, el 5.1% no realizó ningún esfuerzo de encontrar, y el 4.4% no quiso buscar. O sea, el 46.5% de los desalentados, que tomando las cifras oficiales serian unas 191,000 personas, no buscan empleo activamente porque están casados de buscar, o porque no hacen ningún esfuerzo ni les interesa encontrar.
Estos resultados indican algo preocupante, y es el efecto que tiene el clientelismo político en la nueva tasa oficial de desempleo. En este grupo de 191,000 personas hay probablemente un número significativo de personas que se benefician con ayudas clientelistas. Cifras extra-oficiales de estudios e investigaciones periodísticas ponen la cifra de estas “ayudas” y “nominillas” clientelistas por encima de las 100,000 personas entre los principales partido políticos, lo que indicaría que más del 50% de las personas “desalentadas” que están cansadas de buscar empleo, ni hacen ningún esfuerzo por buscar, ni les interesa encontrar empleo, son personas que se benefician directamente de estas ayudas.
Esto tiene una implicación importante, y es que la tasa de desempleo oficial podría artificialmente disminuir considerablemente del nivel actual simplemente aumentando las “ayudas” políticas. Por ejemplo, cifras oficiales citan 306,812 a personas desempleadas abiertas, o desempleadas pero buscando empleo activamente. Supongamos que las "ayudas” son ofrecidas a 100,000 personal adicionales. En este caso 100,000 personas podrían pasar de desempleados activos a desempleados no activamente buscando empleo, o desempleados "desalentados". Esto tiene el efecto de disminuir los desocupados abiertos a 206,812, lo que dividido por la población económicamente activa de 4,358,589 personas, equivaldría a una tasa oficial de desempleo del 4.7%. Y Abracadabra! Como por arte de magia, el desempleo oficial disminuye considerablemente, sin haber disminuido la tasa de desempleo ampliada y sin haber creado un solo empleo. Aun mas alarmante es que en teoría, la tasa oficial de desempleo podría incluso disminuir a 0% sin haber creado un solo empleo, algo imposible en práctica, pero factible bajo el nuevo método.
A mi parecer, acciones monetarias del Banco Central basadas en esta nueva tasa oficial de desempleo no serian congruentes con la realidad económica de la población. La población, especialmente la clase empresarial, debe preguntarse si el cambio metodológico en las cifras de desempleo representa la realidad laboral del país, especialmente en un país con tan alto nivel de clientelismo político.