Ha sido una ciudadana exitosa, que tenazmente ha hecho fortuna en una sociedad en la que ha entregado cuerpo (y alma, por supuesto). Ha soportado estoicamente acechanzas, destierros, soledades y condenas, pero con su sonrisa ha neutralizado a todos los persecutores de sus secretas causas. “Simplemente he sido La Querida” (que no es lo mismo que “El Querido”) podría resumir su discurso ante un pueblo que ahora la aclama en el nuevo escalón de su carrera pública: “Sobeida Félix Salón y Spa”. (¿Qué esperan estos partidos para postular a lo que sea, precisamente en Puerto Plata, a una mujer más virtuosa que la mayoría de nuestros políticos?).