Esto es un tema complicado, porque tiene que ver con muchas cosas, y todas se entremezclan e interponen unas con otras. Pero lo que más importa de ello es lo simbólico. Lo simbólico es algo intangible que rige nuestro pensamiento y luego de ello nuestro accionar, nos aporta las ideas que tenemos de las cosas que pasan para explicárnoslas y actuar en consecuencia en el medio social en que nos desenvolvemos.
Nos encontramos en un momento de mucha efervescencia social. Desde hace unos años vienen ocurriendo cosas, situaciones sociopolíticas y económicas inaguantables e inaceptables para la mayoría de nuestra población. Como sabemos, San Francisco de Macorís, nuestra provincia de las más contestatarias, ha sabido aportar muchos mártires a las luchas por reivindicaciones sociales muy justas. Esto me trae la preocupación del quiebre que existe en nuestra sociedad: si protestan los barrios se responde con represión y muerte, para acallar y tranquilizar a la población demandante, pero si protestan las urbanizaciones, entonces son LOS JÓVENES que deben ser escuchados, y que “han despertado” con sus justas demandas sobre el fin de la corrupción, la impunidad de los estamentos estatales y la falta de una justicia con probidad. Para nada estoy cuestionando que “la juventud” participe en estas actividades de protesta, pero es innegable la marcada diferenciación social que nuestra sociedad carga como lastre del proceso de colonización que aún no superamos.
Se dice que la sociedad ha despertado, que “no tenemos miedo”. No creo que esto sea así. Cuánto hemos despertado, tomando en cuenta el efecto concreto resultante de nuestras manifestaciones de protesta. En realidad no tenemos miedo cuando no sacamos a la luz la verdadera raíz de los problemas? Yo sí lo tengo. Porque hace tan solo tres años decíamos lo mismo cuando en la magnífica Marcha Verde caminábamos las calles del país exigiendo el fin de la corrupción y la impunidad, de un gobierno que ha convertido a nuestro país en su fuente inagotable de riquezas, mientras a nosotros no nos dejan nada. Y no existe un responsable de los delitos que se cometen, flagrantemente, de manera abierta y descarada, disfrazando dichos delitos de políticas públicas, como lo son el suministro de energía eléctrica con la construcción de la Planta Puta Catalina, las construcciones de escuelas y hospitales que luego muestran descaradamente sus vicios de construcción, porque supuestamente hay que suministrar salud y educación a la población, mientras los negocios de las prestadoras de servicios de salud hacen su agosto acumulando riquezas, y la educación muestra los peores niveles de calidad del continente.
Digo que sí tengo miedo, porque hoy como entonces, en una patraña muy mal pensada,(a pesar de que se dice que el objetivo era perjudicar candidaturas locales al interior del país) como lo fue el sabotaje que el partido de gobierno hizo a las elecciones municipales del 16 de febrero, provocando la suspensión de las mismas y agravando el descontento y el hartazgo que tenemos de esta forma de llevarnos como ganado al matadero, en lo cual han convertido nuestra sociedad, estos señores del partido de gobierno y sus amos, los que los usan de peones para aumentar sus negocios y engrosar sus arcas en un “crecimiento económico” que solo les toca a ellos. Tengo miedo porque veo en la plaza el temor de reconocer las formas de represión que pueden recaer en los manifestantes que sean capaces de poner el PUNTO SOBRE LAS IES, en la situación en que los grupos de poder político y económico intentan con uñas y dientes mantener esta forma feudal de regir un Estado y que les ha aportado tantas riquezas y beneficios.
De lo que no tengo miedo es que vaya a haber respuestas a nuestros reclamos de que se diga qué originó la suspensión de las elecciones. El circo de haber acusado al coronel y al técnico de Claro por los mensajes que se detectaron avisando de anomalías, fue muy oportuno para el momento, pero ineficiente para satisfacer nuestros niveles de inteligencia. No podrán reconocer públicamente que ellos sabotearon las elecciones. Sí esperamos que se clarifique el manejo de la Junta Central Electoral en lo que resta de proceso eleccionario, a pesar de que no les agraden los resultados adversos para ellos que de los mismos saldrán.
Vuelvo a tener miedo cuando se convoca a un diálogo entre los sectores sociales para dilucidar lo que provocó la suspensión de las elecciones y cómo manejar las convocatorias pendientes. Y a pesar de que no son los partidos políticos ni la clase dominante los que protestan en la Plaza de la Bandera, son ellos los que van a reunirse para dilucidar el problema. Y es que acaso no son los partidos políticos y la clase dominante los causantes de los problemas de nuestra sociedad? De la corrupción, de la impunidad, de la falta y la violación de los derechos ciudadanos, de la cooptación de los espacios para desarrollar una vida plena a través de una educación y una salud de calidad y asequible a toda la población dominicana, de un espacio para el desarrollo de actividades productivas beneficiosas a la sociedad y que no pueden ser realizadas por la falta de oportunidades que tiene la población?. De los problemas de la dependencia económica de los sectores empobrecidos y marginados a los cuales siempre se les tiene que estar ofreciendo AYUDAS porque no se les RECONOCEN SUS DERECHOS a la educación, al trabajo y a la vida digna.
Estamos protestando y caceroleando para que nuestra sociedad deje de ser su hacienda. Ya no estamos en el feudalismo (tardío), época en la que llegaron sus ancestros (finales del siglo XIX-principios del XX) desde Europa trayendo sus ansias de explotar América y sus recursos, cosa que han hecho aprovechando los residuos de la estructura esclavista de nuestra sociedad. Hasta cuándo van a seguir diciéndose desde atrás lo que deben decir por delante para quedar bien con el gran público, pero por detrás tejiendo las mismas redes de poder que nos mantienen atados a una situación que ya no da más. Entiéndanlo. De la misma manera que les encanta usar lo último en tecnologías de la información, adelántense a los tiempos y apliquen los principios de la VERDADERA Y REAL DEMOCRACIA. Una democracia respetuosa de los derechos ciudadanos al trabajo, a la educación, la salud y la vida digna. Acaso es tanto pedir? NUESTRO PAIS NO ES SU HACIENDA!!!!!