Qué bueno que Leonel Bautista no haya entendido que lo mejor que podía hacer por su propia causa era desestimar la demanda en Miami contra Aristy Escuder, Mateo y Ayuso (y lo mismo con la  ridiculez de Madrid). Qué bueno que no nos deje con las ganas de ver deponer a Félix Fernández, primer testigo en su defensa (y de sus socios de la Sun Land), en vivo y directo para la prensa internacional, donde este último se ha acreditado como un gran estadista de la postmodernidad. (Que nadie me acuse de estar confundido. No. Es que el orden de los factores no altera el producto).