¿Por qué no pensaste en los tuyos cuando empezaste a sustraer fondos públicos para tu beneficio; cuando negociaste todo lo negociable para sacarle millones a los ajeno; cuando de un día para otro los metiste en tu insólita opulencia; cuando los involucraste en todo eso para alienarlos en el tener mucho, el lucir lo más lujoso, el someterse a las marcas de prestigio y no juntarse con pobre? ¿Por qué no lo pensaste? ¿Por qué ahora lamentas que alguno haya perdido el respeto de de la sociedad y ahora sean reos de tus culpas? Dime, gran corrupto, ¿por qué no pensaste en la mejor herencia: la herencia moral?).