Las exposiciones de los dos principales candidatos a la presidencia  para las elecciones del próximo año 2012 en el almuerzo aniversario de la  Asociación de Industrias de la República Dominicana, evidencian que aunque compiten  por partidos rivales, sus propuestas con relación a los puntos considerados fundamentales por el sector productivo,  tienen más similitudes que diferencias.

Por eso la referida actividad constituye un importante paso de avance, pues logró extraer a los candidatos del ambiente de contienda electoral y de los discursos meramente populistas, para llevarlos a enfocar problemas fundamentales del sector industrial y del país, así como a tener que admitir los obstáculos y trabas que la propia administración pública impone  a la competitividad y el desarrollo de nuestro país.

Resultó muy interesante constatar que ambos candidatos cuyos partidos tomaron decisiones importantes en relación con el sector eléctrico, el PLD para reformarlo mediante un proceso de capitalización, el PRD aprobando la Ley General de Electricidad, aunque luego  realizara la Contrarreforma que  el PLD  decidió  continuar; al parecer ya están conscientes de que no habrá solución  sin participación del sector privado en el área de distribución, por eso ambos prometieron la privatización o eliminación de todas las trabas para la participación del sector privado en la distribución y generación.

En ocasiones los discursos parecían pronunciamientos del sector privado que durante años ha reclamado que el Estado sea un facilitador y no un competidor.

Y aunque naturalmente hubo diferencias en las propuestas, siendo unas más puntuales que otras dependiendo del punto de que se tratara, en general fueron más las coincidencias que las diferencias pues ambos expresaron  que es necesario:  cambiar el modelo económico para propiciar un crecimiento más inclusivo,  mayor inversión de recursos en educación, mayor equidad fiscal, fomentar  una cultura exportadora, mantener y aumentar la apertura comercial pero asegurando la competitividad de nuestros productos para beneficiarnos de estos tratados, mayor financiamiento para los sectores productivos, eliminación de acciones que perjudiquen a la manufactura local, como los préstamos atados a importaciones, entre otras.

Ambos candidatos resaltaron la necesidad de que sector público y privado trabajen de la mano para  realizar las transformaciones necesarias en nuestra economía, lo que contrasta con la poca apertura  que  han tenido  los gobiernos de sus respectivos partidos para aceptar las propuestas de la sociedad civil.

Independientemente de que  estas propuestas son  simples promesas, representa un paso de avance que se vislumbre una mayor madurez de nuestra clase política, así como mayor entendimiento de los problemas del sector productivo.  Toda  la sociedad  debe impulsar ejercicios similares para que sea cual sea el candidato electo, llegue al poder con una mayor conciencia de que el pueblo no lo elige con un mandato abierto para que decida lo que  quiera, sino que  su elección está atada a la ejecución   de  las acciones que se han identificado como indispensables para el desarrollo de la nación. Hacer lo contrario, es traicionar ese sagrado mandato.