El actor teatral Volodímir Zelenski, nuevo presidente de Ucrania, es una nueva conciencia, única entre los más de doscientos jefes de Estado del mundo. En verdad, Volodímir Zelenski se declara a la franca contra el culto a la personalidad, contra los fatuos símbolos del Poder, contra el sometimiento incondicional a la paternidad burocrática y contra los liderazgos huecos y toda su parafernalia de dominio. Lo que dijo en su primer discurso expresa todo eso: “No cuelguen mi foto en sus oficinas. No soy un ídolo ni un ícono. Cuelguen las fotos de sus hijos, y mírenlas antes de tomar una decisión”.