Señor habitante del mundo cartesiano, proceda de China o de Francia, de Burkina Faso o de Tailandia, de Moldavia o Guadalupe, o desde donde sea: Si se dispone a vivir y aplatanarse aquí, primero apréndase bien esa frase breve, directa y transparente: “Na e´ na”…Otra vez: “Na e´ na”… Piense en su urdimbre antropológica y su profundo contenido histórico, pues es la clave idiosincrática que permite entender por qué hemos sobrevivido a tantas vainas y nadie se preocupa demasiado por las que faltan. Si no lo hace, jamás podrá morir de viejo en estos cocoteros. Apréndasela bien para que sobreviva y no pare en loco: “Na e´ na”.