Nosotros, los de la “tercera edad”, que es igual que “envejeciente” o “adulto mayor” (aunque prefiero que me digan “maldito viejo”), vivimos un mundo muy extraño, sin nada parecido a Olga Guillot, Barbarito Diez, Benny Moré, Maria Victoria, Tito Rodríguez, Daniel Santos, Pedro Vargas, Blanca Rosa Gil, Francis Santana, Roberto Ledesma, Lucho Gatica, Alfredo Sadel y más de 200 que no caben aquí, pues el romance en sol mayor o en fa menor tristemente ha desaparecido. (Informo que he resistido la semi prisión domiciliaria covidiana reviviendo aquel mundo irrepetible con todas esas voces que cantaron la vida y el amor).