A iniciar la primavera se nos ofrece la oportunidad de crear, creer, soñar, crecer, amar, actuar. Es bueno aprovechar la ocasión para integrar y vivenciar tales acciones.

En ese sentido, proponemos potenciar la cualidad de ser guerrera que posee toda  mujer.

Seguimos utilizando la metáfora de la mujer encorvada de Lucas 13, 10-17, para conectar con la fuerza escondida que la sostuvo durante mucho tiempo, y que le impulsó a mantenerse  yendo todos los días en busca de algo a ese lugar donde se encontró con el Maestro, y donde fue liberada, sanada. Esta es la gallardía de una guerrera, mantenerse, buscar, insistir, luchar, conseguir la meta y luego celebrar, integrarse y continuar.

Nacemos en el género femenino,  y nos vamos haciendo cada día a  cada instante. Y en este hacernos, encontramos muchos ejemplos de cómo otras han podido alcanzar la  fuerza y valentía para vivir, para descubrir sus talentos, su propósito de vida.

Esta   mujer de la biblia puede ser modelo para muchas mujeres de este tiempo que ante la situación de opresión y encorvamiento se mantienen anónimas, doblegadas y excluidas, sin embargo, es la misma mujer encorvada que nos muestra como es el camino para sacar la guerrera, enderezarse y vivir a plenitud.

En ese sentido, este es un buen momento para ir a la fuente de la vida, a la historia ancestral, social, personal,  y así abrirnos paso a tomar esa fuerza que nos contiene.

Al revisar la historia, es posible que se encuentren momentos fortalecedores, momentos en que otras mujeres del clan hicieron de su vida una existencia altruista, luchadora y fuerte.  Y esa herencia está ahí latente, y nos sostiene para desde nuestro lugar,   poder darle sentido a ser maravilloso que es cada una.

Una de las grandes cualidades presente en cada mujer es esa dimensión de guerrera. Y cuando se activa dicha dimensión la vida cobra otro sentido. Porque se abre la  invitación  a la libertad, a la belleza, al orden, a la entrega plena, a la alegría y sobre todo,  a vivir con valoración y propósito. Se endereza el cuerpo, se mira con la frente en alto y se celebra la vida.

Una guerrera es, una vencedora, guiadora y fajadora, es un una mujer feliz, amorosa, firme y plena. Es aquella, que reconoce sus talentos, sus virtudes, y de la misma forma, está atenta a sus debilidades con la intención de cambiarlas para crecer y ser cada vez más íntegra.

Cualidades de una guerrera según la clave de la mujer enderezada de Lucas 13,10-17

  • Es consciente de su valor como mujer
  • Está ubicada en tiempo y espacio
  • Quiere y le gusta hacer las cosas desde su lugar, desde su originalidad
  • Busca el mayor bien para todos y todas
  • Siente felicidad de ser mujer y vive gozosa
  • Es consciente de que porta y sostiene la vida
  • Sabe que su propósito va más allá de sus limitaciones creadas o impuestas
  • Es capaz de amarse, cuidarse y respetarse como lo haría con otros
  • Le gusta dejar un legado a su paso
  • Ama su cuerpo y se siente identificada con lo que es
  • Acepta su historia y mira con amor a sus ancestras
  • Vive para sí y también para otros como dadora de vida
  • Mira el espejo de otras mujeres para aprender
  • Revisa sus acciones y se trabaja su interior
  • Lucha por sus sueños y sus metas
  • Se empodera de su fuerza y amorosamente hace uso de ella
  • Vive feliz aun en situaciones críticas
  • Se mantiene unida a la fuente de la vida que viene de quien le ha dado la vida
  • Da mayor fuerza a su esencia que a su ego
  • Se convierte en motivación para otras mujeres

Estas características no se compran ni se venden, más bien se construyen día a día, y se trabajan con la misma dedicación que se trabajan las cualidades de belleza externa, es decir, con dedicación, empeño y decisión. Animo, eres una guerrera, por tanto, estás lista para vivir la vida tal cual es.