Anuncio formalmente que, en calidad de miembro de la Fundación del Español Urgente, me dispongo a someter a la consideración de la docta Real Academia de la Lengua Española un neologismo perfecto, irrecusable en cada una de sus sílabas: “Morido”, expresión que responde perfectamente a la lógica de nuestro idioma, porque si el que nace se denomina “Nacido”, ¿por qué razón el que muere no puede llamársele “Morido”? (Aclaro que la creación de este fantástico neologismo no es mía, sino mérito de innegable trascendencia histórica del Presidente de esta República, Danilo Medina, a quien felicito efusivamente).