No hay testigo tan terrible ni acusador
Tan potente, como la conciencia
Que mora en el seno de cada hombre.
Polibio.-
Monotemático, lo admito, rosca izquierda -por igual- y lo mejor del caso que hasta puede ser un problema neurálgico y hasta patológico. Con todo y eso me siento bien, porque eso he sido toda mi vida -y puedo asegurarlo- que como acto de masoquismo me siento bien así. Porque nunca he transigido con lo mal hecho, aun tenga, como en efecto los tengo, mil defectos y haya cometido aún más errores pero nunca con mala fe o peores intenciones.
Tuve formación de hogar y formado bajo principios que hoy son obsoletos. Me enseñaron a luchar por ser honesto, ser leal, creer en los amigos y trabajar afanosamente siguiendo una línea moral, a pesar de que todo esto sea visto como un pecado mortal.
Por eso soy así y más cuando los hechos que me conducen a esa actitud no ceden, y por el contrario, se hacen más fuertes. La mayoría de la gente se adapta a esta inmundicia moral donde nos han conducido a vivir, haciéndonos creer y presentarnos que todo esto es como si fuera el idílico paraíso soñado.
No puedo hablar, garabatear o teclear sobre chismes faranduleros o políticos porque no me llama la atención el tema. No puedo ser o pretender ser romántico y hasta hablar de poesía, ni siquiera tratar humildemente de filosofar un poco mientras los políticos me tienen una daga clavada donde hasta el alma sangra. Por eso es que estoy y soy monotemático… ¡Y me honro con eso!
Pienso que en ocasiones hace falta una canción, una poesía, un decir, un hondo y muy profundo suspiro que nos aleje de todas las cosas mediocres como las maldades e ingratitudes y nos lleve al buen pensar y el buen sentir, porque para ser malo, intrigante, ambicioso, mal agradecido o mediocre no se necesita mucho esfuerzo.
Me duele en demasía vivir en medio de esta situación de mediocridad creada por los políticos y los “funcionarios espalderos” que trabajan “mancuernados” con ellos donde solo se escucha ¡sí señor… no señor!
Quisiera, aunque sé que no obtendré respuesta alguna, que alguien me diga ¿cómo diablos matan a un teniente que fungía como cobrador de una privilegiada distribuidora de pollo? ¿En qué parte de la tabla de organización figura esta función? ¿Quién es el propietario de esta distribuidora? ¿Cuántos militares más se encuentran en esas funciones y bajo el mando de quién? Pss, pérdida de tiempo.
No quería tratar esto, aunque esta destrucción se venía venir en las organizaciones militares y policiales. Todo para “ayudar” a los pobres subalternos con otro sueldito mientras la institucionalidad se va al carajo junto con la disciplina y el entrenamiento. Por eso estamos como estamos, por eso continuaré siendo monotemático, por eso es que los miembros de las FFAA y la PN solo se reúnen para el desfile carnavalesco, mientras el claro y antiguo concepto de militar o policial se va por la cañería o se escurre en un eterno carnaval, producto del clientelismo político-militar-policial.
A veces tomo un martillo y golpeo con todas mis fuerzas ese muro de hipocresía, falsedades y ambiciones, tras el cual se esconden determinadas personas en busca de un vestigio de luz en su interior que me permita ver entre las grietas producidas algún signo para comprenderlos, pero por más que lo intento todo se convierte en un esfuerzo vano e inútil.
Ahora, gracias a que la imaginación es una fuente de energía en sí misma es que sostengo y mantengo la ilusión de poder ver en algún momento un dejo de decencia, de real voluntad de trabajar por el país, tarea que compete a quienes están llamados a hacerlo y de ver desaparecer -quizás por siempre- el mismo discurso populista y los mismos parásitos alimentándose de las ubres del Estado. Eso espero. ¡Si señor!