Hizo cosas extraordinarias: 1) Rescató de la marginalidad a la mayoritaria población indígena, de la que él provenía; 2) Nacionalizó los hidrocarburos y las minas; 3) Hizo la reforma agraria; 4) Adecentó las escalas salariales; 5) Abatió el analfabetismo; 6) El producto interno creció 327 por ciento en 13 años; 7) El ingreso anual per cápita pasó de 1.120 dólares a 3.130; logró que su país sea el séptimo menos endeudado de Latinoamérica, y digamos que hizo de Bolivia una nación de futuro luminoso. Pero hoy, Evo Morales paga con exilio el afán de creerse indispensable. (¡Otra vez el gran síndrome del atraso de América Latina!).