Las pandemias siempre han sido momentos en que los grandes mitos y miedos que jalonan la historia de la humanidad alcanzan sus niveles puntas. Tiempos en que los charlatanes, con aire de grandes sabios, difunden inverosímiles leyendas y donde los pescadores en ríos revueltos intentan aprovechar ese momento para engañar a ingenuos para conseguir sus espurios intereses. También han sido tiempo en que los guruses del momento digan sus verdades y hasta sus disparates, aunque muchos de esos disparates lo dicen charlatanes y se los atribuyen a esos guruses, tratando de pescar en río revuelto. La pandemia del COVID-19 nos llega en medio de un l proceso electoral, crucial para el presente y futuro inmediato del país, y no pocos charlatanes y pretenden aprovecharlo.
Pero, en la crisis de dimensiones sanitaria y política que nos acogota, la cuestión no s que uno u otro charlatán hable con desparpajo sobre suspender las elecciones de mayo, sino las actitudes que sobre este tema y la cuestión sanitaria tenga el gobierno, con su presidente en primer lugar. Danilo Medina asume la presente pandemia como siempre ha asumido los momentos de grandes crisis del país y de su partido: retirándose en silencio en espera de que sea el tiempo el que oriente/modifique, a su favor, la crisis que tiene ante sí. En España, el primer ministro está al frente de la crisis respondiendo a los medios sobre las medidas de su gobierno, al igual que los primeros ministros de Italia y Alemania, entre otros.
Y es que las crisis dan la dimensión de los líderes de los países. Los principales líderes de la oposición se mantienen activos haciendo propuestas y exigiendo participación como actores de primera fila en las comisiones que se creen para enfrentar la pandemia, pero el presidente de la República se mantiene en su área de confort, su nicho, y no actúa a ese propósito, como hacen algunos fejes de estado de otros países. Desde diversos sectores no comprometidos con los partidos de oposición se han hecho varias propuestas para enfrentar los impactos sociales y económicos de la crisis, pensando básicamente en las urgencias de los más pobres y en los trabajadores informales que representan el 54-57% de la masa de trabajadores del país.
Esos sectores independientes, junto a especialistas de alto calibre de la oposición en sus varias áreas han hecho varias propuestas, pero el gobierno, coherente con el jefe del Estado, autismo que ha acompañado a los mandatos del PLD, sigue sin integrar a esos técnicos para enfrentar la crisis. Mientras ese partido y su jefe máximo, los ministros de la presidencia y salud son los que dan la cara e informan sobre la crisis. Danilo parece no entender en un momento como el presente la gente quiere escuchar al representante de mayor investidura del país. Parece no entender que más que la figura física del presidente, del rey o primer ministro, la gente lo que más valora es la investidura.
Mientras tanto, el candidato del gobierno sigue su campaña sin ningún pudor, y algunos de sus bocinas/charlatanes hablan de, sin más, posponer las elecciones de mayo y los otros , sin más, de hacerla en ese mes. Al mismo tiempo, en medio de esta crisis, sin tener ninguna base científica, muchos dicen que la pandemia nos golpearía más fuerte que a países como Italia y España, soslayando el hecho de las condiciones en que en esos países se produjo esta pandemia. En Italia, según los entendidos, el virus se propagó en una región de muchas relaciones comerciales y productivas con China, con una población promedio media de 63 años y el rango de mayor muerte es 80/89, mucho mayor que el de china que en la región más golpeada, la media de la población era 51 y las muertes entre 30769.
En España, según algunos especialistas, al igual que en Italia, se tardó mucho en enfrentar el mal, quizás por falta de certidumbre, mucho tendría que ver el hecho de que España se celebraron masivas manifestaciones el 8 de marzo, día internacional de la mujer. Esas circunstancias no es la nuestra, por lo tanto, aunque sin bajar la guardia, nada dice, como dicen algunos, que relativamente tendremos más problemas con el Covid-19. Sociales y económicos muy posible, pero no así en número de muertes. Algunos dicen y propagan estupideces como esa que le atribuyen a Noam Chomski, diciendo que dijo que el Covid-19 fue propagado deliberadamente, cosa que negó en una entrevista en su hogar que le hiciera una traductora de su libro.
Estamos en medio de una crisis sanitaria, surgida en medio de una crisis política, por lo cual el presidente de la República tiene que dar respuesta de manera responsable y no dejar que el miedo siga cundiendo en la población azuzado por charlatanes y sectores que medran a la sombra de su mandato.