La República Dominicana no es un país con alto consumo de alcohol (en relación a los países de Europa y EEUU). Pero desafortunadamente, tampoco es un país con alto índice de educación. Tal vez es por eso que el reciente escándalo de una madre joven dándole de beber cerveza a su hija menor a pico de botella como si fuera leche, choca, pero asimismo no sorprende tanto.
Ya, fuera de relajo o en serio a la madre la condenaron a 3 meses en prisión. ¿Es poco? Es ¿suficiente? Es difícil decir, ya que creo que no se sabe que fue lo que realmente pasó entre ella y su hija. Y otra pregunta que tengo es si en realidad ¿es esta la solución a largo plazo?
En las noticias acerca del tema, leemos que “la defensa de la mujer calificó de “exagerada” la medida y aseguró al tribunal que la botella de cerveza estaba vacía.” Lo que en realidad no me convence personalmente, ya que en la foto se ve, que la botella realmente no estaba vacía. Pero… ¿estaba la niña bebiendo alcohol o solamente se le colocó la botella en la boca para sacar esa foto tan detestable? Si la segunda opción fue el caso entonces, ¿cuál regulación de la ley exactamente quebrantó la madre? Ante la ley sería entonces inocente e impugnada ilegalmente.
El caso es controversial por más motivos. La niña terminó en una familia de acogida, aunque tiene parientes, seguro más adultos y razonables que su propia madre, y a los cuales la niña conoce. Y los cuales no la causarían más trauma innecesario a su edad. Hablo del trauma de quedarse con gente que la niña nunca ha visto en su vida.
Pero lo que choca aún más, es el hecho criticado de que las autoridades supuestamente no hayan incluido en el expediente el análisis de sangre del bebé. Entonces menos la foto, estupidísima sin duda alguna, no hay ninguna prueba real del crimen. O sea que el único crimen de la madre fue ser una persona sin educación, conocimientos, o madurez alguna, lo cual es bastante difícil esperar de una muchacha de fondos escasos, que es madre ya a sus 18 años, y a la cual aparentemente no se le dio oportunidad de ni siquiera aprender a escribir correctamente en su propio idioma.
Dar alcohol a los niños es inaceptable. Privarlos de una infancia sana y saludable, desproveerlos de la educación y la oportunidad para el desarrollo adecuado es inaceptable. Esto, por supuesto, no lo debemos subestimar. Sin embargo, lo que se debería hacer en primer lugar es difundir educación e igualar oportunidades, las cuales faltan en la sociedad dominicana. Quizás en vez de poner a la cárcel a una persona que comete errores, por haber sido privada de su propio chance de saber mejor. Más aún sin examinar detalladamente su supuesto delito. Ni la familia de acogida, ni el tiempo en prisión ayuda a salir de este círculo vicioso.
Digo de este círculo vicioso en el cual muchas más hijas no se van a “keda atraa” bebiéndose tragos en la tarde y ofreciéndolos a sus siguientes generaciones de niñas, que van a venir a este mundo seguramente demasiado pronto, muchas y en precariedad.