Pareciera que los problemas educativos en el país sólo despiertan debates débiles. Esto se observa en la diferida decisión de volver a la escuela asumiendo una presencialidad resiliente y que garantice seguridad a todos los actores educativos. Frente a una lentitud que genera profundas incertidumbres se impone emprender la búsqueda de la verdad hermenéutica para identificar correctamente el problema y sus urgidas soluciones. ¡Y decirlas!
Siendo que la pretensión de la verdad hermenéutica procura rastrear la experiencia de la verdad, buscarla, indagar sobre ella como práctica realizable de cada persona o grupo, como función de interpelar, conversar, argumentar, preguntar, contestar, objetar y refutar, la definición y solución del problema de la vuelta a la presencialidad sólo podrá lograrse mediante el diálogo democrático incluyente.
La decisión de la “vuelta a la presencialidad” en las escuelas del país parece estar atrapada por un poder paradójico que convierte la situación en una verdadera “crisis de inteligencia”, generadora de desconfianza, desaliento y desasosiego.
El filósofo español Emilio Lledó describe así esta crisis: “estamos en una crisis de la mente, de nuestra forma de entender el mundo. La crisis más real -con independencia de los problemas económicos, que son muy reales- es la crisis de la inteligencia. “Ojalá el virus nos haga salir de la caverna, la oscuridad y las sombras”. https://elpais.com/cultura/2020-03-28/emilio-lledo-ojala-el-virus-nos-haga-salir-la-caverna-la-oscuridad-y-las-sombras.html.
Otro filósofo español, Fernando Savater, el mismo autor de Ética para Amador, se expresa así de la presencialidad: “Una cosa es la prudencia que debemos tener frente a la pandemia, frente a la enfermedad. No sé si hay que volver a la educación presencial con una serie de medidas de seguridad o todavía se debe esperar un poco más, lo que sí es seguro y me parece importante, es que todos los medios de educación telemática tienen que ser transitorios. La educación realmente verdadera es la presencial”. https://webdelmaestrocmf.com/portal/fernando-savater-la-verdadera-educacion-es-la-presencial/
El mismo Fernando Savater reitera que nunca aprendemos a vivir más que de otro ser humano. No se puede hacer sólo virtualmente. La educación es un ejercicio cuerpo a cuerpo como el amor. Es importante saber que la verdadera educación es la presencial. No se puede pensar que vamos a educar a los niños como alumnos de una pantalla y no alumnos de otra persona.
En tanto, el filósofo dominicano Pablo Mella, rector del Instituto Filosófico Francisco Bonó, después de realizar un amplio análisis de la irrupción de la COVID-19 en la educación dominicana hace un llamado a declarar el año 2021 como una época para “metaaprender”, destacando que “el metaaprendizaje nos permite tomar conciencia de nuestros propios procesos de aprendizaje para conducirlos de manera eficiente y sacarle mejor provecho”.
El filósofo Pablo Mella añade que “la pandemia ha desvelado que la educación no consiste básicamente en disponibilidad y trasvase de información”. Enfatiza además: “confirmamos además que la educación consiste fundamentalmente en un proceso de relación humana de calidad, no en el mero uso instrumental de nuevas tecnologías ni en la posibilidad de aumentar la disponibilidad de un inmenso cúmulo de datos”. (“2021: Un año para metaaprender”. Revista Amigo del Hogar. Santo Domingo. Enero 12, 2021).
Una perspectiva similar de la problemática es presentada por Juan Carlos Ruiz, Doctor en Filosofía por la Universidad de Córdoba, especializado en Filosofía de la Cultura y Pensamiento Crítico, quien sostiene que: “al eliminar la educación presencial en el aula, quizá la brecha más importante de todas no sea la digital, sino la moral”. (neo.es/jose-carlos-ruiz-al-eliminar-la-educacion-presencial-en-el-aula-quiza-la-brecha-mas-importante-de-todas-no-sea-la-digital-sino-la).
El nombrado filósofo justifica su posición diciendo “que la falta de contacto presencial afecta a los alumnos inevitablemente. Es insustituible la educación presencial por ningún otro tipo de educación, a cualquier edad. Según su parecer la enseñanza on line no puede sustituir a la presencial. La falta de contacto presencial afecta a los alumnos inevitablemente”. Es insustituible la educación presencial por ningún otro tipo de educación, a cualquier edad.
Sostiene además que cuando se elimina el microcosmos del aula y se coloca al estudiante en su habitación con un móvil o una pantalla, aunque los contenidos los pueda recibir medianamente bien, se está perdiendo un porcentaje altísimo e importantísimo de una educación cívica, moral y social, que es la que fundamenta el sentido de la educación.
Recientemente en Colombia un grupo de intelectuales, académicos y científicos realizaron una campaña para impulsar la educación presencial en escuelas colegios y universidades: #LaEducaciónPresencialEsVital. La misma es dirigida por Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional y Presidente del Comité de Sabios de Colombia, uno de los principales promotores de la iniciativa que busca lograr que los niños, niñas y adolescentes regresen a los salones de clase de manera presencial.
La presencialidad estudiantil debe armonizarse con la “presencialidad docente” según lo expresa Salman Khan, profesor, informático, ingeniero eléctrico y matemático estadounidense de ascendencia india, creador de una organización de aprendizaje electrónico de educación gratuita llamada “Khan Academy”, considerada un MOOC (Massive Open Online Course o Curso Online Masivo Abierto), que tiene más de 70 millones de estudiantes, en 36 idiomas, que aprenden online, quien afirma: “Si tuviera que escoger entre un profesor o la tecnología, siempre me quedaría con el profesor”. https://www.bbc.com/mundo/noticias-54354365.
Consideramos que las escuelas del país necesitan abrirse a la comunidad para poder cumplir eficaz y eficientemente su función educativa y social. El “locus escolar” no puede ser borrado ni camuflado. Resulta altamente preocupante que el regreso a la presencialidad de la escuela camine a paso lento y dilatado. Hagamos de la “vuelta a la presencialidad” un proyecto exitoso. Unámonos a la Mesa de Filósofos para impulsarlo.
¡Ojalá el virus nos haga salir de la caverna, la oscuridad y las sombras!