Hay gente en este país que se la pasa inventando contra los saltapatrases, sin saber que no cualquiera puede ser un buen saltapatrás. Lo primero, para merecer ese título, es estudiar el arte de la saltapatrología, que incluye disciplinas tales como Lambonismo Sistemático, Cretinismo Espontáneo, Tumbapolvismo Persistente, Allantología Libresca, Pariguayismo Integral, Oportunismo Rampante y Tigueraje Continuo. Con ese bagaje, puede ser que la suerte lo haga síndico, regidor, diputado, senador…y cualquier día hasta le tercian la ñoña. ¡Saltapatrases de todos los partidos, únanse, que en este país ya son mayoría!