Aunque es un secreto a voces que la parte oculta del pacto recientemente suscrito por los presidentes del PLD y del PRD es la repartición de los puestos en el Tribunal Constitucional, la Suprema Corte de Justicia (SCJ) y el Tribunal Superior Electoral, la sociedad debe exigir que se realice una selección transparente que asegure la credibilidad y confianza en esas importantes instituciones.
Muchos reclaman que cuando se convoque al Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) se haga un proceso similar al efectuado en el año 1997, sin embargo entendemos que no debemos conformarnos con eso y pedir mucho más.
Pero la realidad hoy no es la misma y ese CNM tiene funciones ampliadas como la selección de los integrantes del nuevo Tribunal Constitucional y Tribunal Superior Electoral así como la evaluación de los miembros de la SCJ.
Por eso la sociedad debe aspirar a más de este importante proceso que definirá el devenir institucional de nuestro país. Necesitamos que los escogidos, amén de que gocen de aprobación, no sean seleccionados solo porque tienen el apoyo de las fuerzas políticas mayoritarias sino porque sean los idóneos. Debemos evitar que candidatos tan buenos o mejores que otros no sean seleccionados únicamente por no ser parte de un acuerdo político porque se entienden demasiado independientes.
De igual forma es importante que la sociedad tenga la oportunidad de conocer a los seleccionados y sobre todo de saber cómo piensan sobre aspectos fundamentales. Necesitamos poder apreciar la visión de los candidatos a ser miembros del Tribunal Constitucional sobre temas tan variados como la libertad de expresión o el medioambiente, puesto que será ese órgano el que tendrá la última palabra en relación con la legalidad de los actos del Estado. También debemos asegurar que haya una integración plural del mismo que permita una diversidad de pensamientos a su interior, de forma que se refleje la multiplicidad de criterios de la sociedad.
Ahora que 3/4 partes de la matrícula de la SCJ deben ser jueces de carrera, muchos de sus candidatos serán pocos conocidos para la sociedad porque no se expresan públicamente mas que a través de sus sentencias. Por esto con mucha mayor razón se requieren debates públicos que permitan conocer la hoja de servicio de esos ciudadanos y expresar objeciones.
También necesitamos garantizar que la SCJ quede constituida de forma que entre sus miembros existan todas las competencias necesarias en las múltiples ramas del Derecho sobre las que deberá juzgar.
Luego de la reciente funesta experiencia de la selección de los integrantes de la JCE y la Cámara de Cuentas con un simulacro de transparencia, debemos estar muy atentos y exigir que el CNM satisfaga todas estas legítimas aspiraciones y no dejarnos engañar con un simple show televisivo al que se llegue con el resultado ya decidido.