Nueva York.-Juliana Deguis Pierre lo perdió todo cuando el Tribunal Constitucional la desnacionalizó; mantenía a sus cuatro hijos como empleada doméstica, pero la despidieron sin pagarle su trabajo. La ministra de trabajo, Rosa Maritza Hernández, ni por solidaridad de género defendió a Juliana.

El racismo, explica el insigne novelista nigeriano Chinua Achebe, es una institución económica; devaluar la humanidad de un grupo, permite, explotarlo y abusarlo a discreción, sin consecuencias.

Nuestra “elite del pensamiento” jurídico devaluó la humanidad de 250 mil personas nacidas en República Dominicana; serán esclavos modernos, sin derechos. Pueden ser empleados no hay que pagarles y nada pasará.

Así devaluarán los salarios, aumentará la delincuencia. Habrán enfrentamientos.

La civilizada elite dominicana será la verguenza entre las elites mundiales, desacreditada como esclavistas modernos.

Leonel Fernández y el PLD ganaron manipulando el antihaitianismo contra Peña Gómez en 1996.  En el 2006 Leonel rescató su popularidad apedreado en Haití, lo “iban a matar”,  manipulando el antihaitianismo, hasta sus enemigos lo defendieron.

Leonel y el PLD manipulan el anti-haitianismo como Bush manipulaba el terrorismo. Cuando caía su popularidad, manipulaba la amenaza terrorista, cuando cae la popularidad peledeista,  manipulan el antihaitianismo y no apoyarlos sería “traicionar” la patria. Esto no es ficción, es un patron de conducta.

Gobernando Joaquín Balaguer, vivíamos como hermanos, nosotros bailando con Diplomáticos de Haiti, ellos con Johnny Ventura.

Y Leonel, nuestra estrella de rock de la política internacional, con oficinas globales en Paris, Nueva York, la Galaxia de Andrómeda y solo Dios sabe donde más,  “resuelve” conflictos planetarios. Y para mejorar las relaciones dominico-haitianas trae esta nauseabunda sentencia racista.

Si los dejan, Leonel y el PLD crearán un conflicto con Haití y tendremos que apoyarlos, por nacionalismo. No son un partido con ideología, éste puñado de oportunistas políticos hará cualquier cosa para retener el poder.