Nueva York.-Las recientes manifestaciones estudiantiles demandando control armamentista son las más multitudinarias que la nación ha visto desde los años 60.
Esta primera marcha moviizó a millones de estudiantes de la escuela secundaria y quienes demandan control armamentista en el país.
Esta marcha inicial fue más multitudinaria que la más multitudinaria de las que lograron el fin de que Guerra de Vietnam en la década de los 60.
Ya tiene efectos importantes.
John Paul Stevens, juez de la Suprema Corte de Justicia retirado, pidió derogar la Segunda Enmienda Constitucional que garantiza el porte y tenencia de armas.
“Rara vez en mi vida he visto nada igual”, dijo Stevens, un republicano de 98 años, esa manifestación “demanda nuestro respeto”.
El magistrado dijo que la Segunda Enmienda Constitucional es una “reliquia del siglo XVIII” que debemos derogar.
El presidente Donald Trump respondió diciendo que la Segunda Enmienda “nunca será derogada”, ninguna sorpresa.
Lo sorprendente es que Chuck Schumer, el “liberal” senador de Nueva York, vocero Demócrata en el Senado diga que su partido tampoco quiere derogar la Segunda Enmienda.
Con esa idiótica posición demócrata, Trump y los republicanos se “voltearán” apoyarán el control armamentista y cargarán con millones de votantes que reclaman esa política.
Los demócratas, en su catatónica idiotez, no ven que Trump aplica el manual de Bill Clinton: promuever sus propias políticas y las opositoras más populares.
Los millones de jóvenes manifestantes de hoy, votarán por vez primera en el 2020, y votarán por quien asegure control armamentista, así podrían reelegir a Trump.
De ese grupo puede venir la “sangre nueva” que necesita el moribundo Partido Republicano para reinventarse y mantenerse relevante.
Cuando la juventud toma las calles siempre cambia la historia, un republicano de 98 años ve eso, si los demócratas no lo ven, ese partido ya murió.