En tiempos de estrés o crisis, saber manejar las emociones, de seguro, hará alguna diferencia.

Vivir mejor, vivir bien

Vivir bien puede sonar como un hueso duro roer, pues el tiempo presente se torna con dificultades globales que nos pone a todos en condiciones parecidas, aunque no todos afrontamos de igual manera las situaciones.

Sin embargo, vivir mejor puede ser uno de los desafíos de este tiempo, y no nos referimos únicamente a la parte material, física y de objetos, nos estamos centrando en el punto de la interioridad, de la intimidad personal, de la mejoría en la toma de conciencia.

Vivir mejor de como lo hacíamos antes, vivir bien en el sentido de tomar conciencia de elementos como el cuidado integral, la compasión, la empatía, el compromiso de saber que estamos en un tiempo de aparente o real caos, el cual puede ser aprovechado para salir mejor de como nos encontró la situación. Con una conciencia que nos mueva a ser mejores en todos los sentidos, en todas las áreas de la vida. De ahí que, vivir mejor nos llevará a vivir bien o al buen vivir.

Manejo de emociones

Manejar las emociones y salir bien de eso, nos demanda conocimiento de sí mismo/misma, apertura, búsqueda interior, honestidad emocional, y todo esto nos mueve dar pasos tan simples o complejos como preguntarse cómo me siento hoy? Esto requiere de ir avanzando en la alfabetización de las emociones, que consiste en cultivar la habilidad de identificar, entender y responder las propias emociones y las ajenas de forma saludable.

Sabiendo que las emociones son patrones complejos que incluyen elementos fisiológicos, experienciales y conductuales, por medio de los cuales la persona intenta lidiar con asuntos o eventos significativos (APA, 2010).

Saber manejar las emociones conlleva de aprender a identificarlas, darle un nombre, y muy importante, saber encontrar la parte de fortaleza o lo positivo de cada emoción, además de aprender a desactivarla, sin dejar que sea ella que nos gobierne.

Gestión favorable de las emociones y sus ventajas

Gestionar de forma favorable las emociones tiene un aporte muy significativo para la salud integral, y en momentos críticos como este, puede darse que, el cuerpo físico se mantenga en condiciones óptimas, con mejores niveles en el sistema inmune, por tanto, se mantiene más saludable y con menor riesgo de contraer situaciones que afectan la salud integral.

Algunos elementos que ayudan en la buena gestión de las emociones: están la autoconciencia, que es la habilidad de reconocer e identificar las emociones en uno misma/o, así como su origen.

Conservar y cultivar buenos niveles de autocontrol, como la capacidad de reconocer los impulsos y retrasar la recompensa inmediata, de modo que, el impulso no sorprenda y se detonen situaciones desagradables en este sentido.

Aprender a vivir con mayor presencia empática, o con la habilidad para conectar con las emociones y motivos de los demás, claro, reconociendo los propios primero.

Otro elemento que ayuda es cultivar la habilidad social como una capacidad de relacionarse satisfactoriamente con los demás, gestionar conflictos, comunicarse claramente e influir sobre las personas de forma positiva.

Factores que permiten crecer en el manejo de las emociones

– Detectar la emoción que hay detrás de los propios actos

– Cultivar la inteligencia espiritual

– Fomentar una comunicación asertiva

– Amplia el vocabulario (emocional)

– No dejarse engañar por las apariencias emocionales

– No juzgar sólo por la forma en que te sientes

– Descubrir el mensaje oculto en el propio lenguaje corporal

– Controlar el pensamiento para controlar el comportamiento

– Buscar el por qué de los demás

– Expresar las emociones de forma asertiva

– Lleva un diario emocional

-¡Convertirlo todo en conductas prácticas!