Nueva York-La desgracia visitó San Pedro de Macorís, dejó tres cadáveres, un montón de mentiras, una inmensa cordillera de preguntas sin respuestas y, advirtió que habrán más muertos.
Según la Policía, José Rodríguez asesinó a los locutores Leónidas Martínez y Luis Manuel Medina; Rodríguez luego se “suicidó” dos días después.
Todo esto gira en torno a las ventas fraudulentas de tierras del Consejo Estatal del Azúcar (CEA). Porque le venden la misma tierra a varias personas, provocando éstos conflictos.
El senador José Hazim y unos inversionistas extranjeros casi se baten a tiros hace unos años, por esas mismas tierras. Ahí hay un maleficio centenario que el presidente Ramón –Mon- Cáceres desató.
Mon le regaló esas tierras a corporaciones azucareras extranjeras, iniciando la carnicería que sigue hoy; le destruyeron conucos a miles de familias. Mataron un montón de gente, esos cañaverales están sembrados de cadáveres irredentos e ignorados.
Las tropas de ocupación del 1916 desalojaron miles de campesinos, los “Gavilleros” los defendían. En esas tierras explotaron a cocolos y haitianos, creando el actual conflicto dominico-haitiano que desprestigia internacionalmente al país.
En 1996 el Presidente Leonel Fernández empezó a vender esas tierras, el CEA ya era improductivo. Hoy las vende Ramón –Pim- Rosario, de mi batey, el ingenio Consuelo, entonces un puñado de casuchas rodeado de cañaverales por todas partes. A la madre Pim la asesinaron en Curazao, él cayó preso varias veces por delitos graves.
Cuando el presidente Danilo Medina designó a José –Pepe- Domínguez frente al CEA, un amigo común le sugirió despedir a Pim; Pepe respondió: “No puedo, lo apoya el Número Uno”.
Tras los asesinatos recientes Medina, “indignado”, sustituye a Pepe, pero Pim sigue vendiendo tierras del CEA a su manera. Esto explica los crímenes recientes y los futuros, hoy ellos encarnan el Maleficio del cañaveral.