Tamairys Brea
Hoy celebramos la Fiesta de la Epifanía, cuando los Reyes Magos adoraron al Niño Jesús, llevándole oro por su realeza mesiánica, incienso por su divinidad y mirra por su humanidad. Regalar a los niños es conmemorar la generosidad de los Magos con el Niño, tomando en cuenta que "lo que hiciereis con uno de éstos pequeños, a mí lo hacéis" (Mt. 25:40). Entonces, ¿cómo es posible que adultos abusen despiadadamente de los niños, causándoles daños, justificándose diciendo que ellos “les provocan”, y que eso no es pecado? (¡A ellos, que no pueden defenderse de quienes, se supone, deben cuidarlos!).