Uno de los significados que se les atribuye al mes de febrero es denominarlo como el “mes del amor”.

Desde el 1 de febrero las plazas comerciales, las tiendas, y demás negocios se visten de rojo y el corazón es parte de la decoración, además de angelitos con espadas atravesando corazones.

Al igual o parecido que en el mes de diciembre, el en mes de febrero  se nos enternece el corazón, y a partir de eso queremos agradar a los amigos y amigas, a conocidos y a la pareja si existe.

Entonces, a mí me surge la pregunta: si los valores se han perdido como oímos decir todos los días,  qué  es el  amor? Algunos responden que el amor es la madre o fuente de todos los valores, otros dicen que es la fuerza motriz que mueve todo, es la inspiración que impulsa la vida, el refranero dice: “obras son amores…”, el cantor dice que es la razón por la que se han creado los seres en la faz de la tierra, el apóstol Pablo dice que todas las cosas pasarán más el amor nunca pasará.

En fin, son tantas cosas, que desde los grandes filósofos hasta los seres humanos más sencillos han definido sobre el amor, que tantas expresiones del mismo hace del mes de febrero “una fuente de amor”, y siendo así,  parece que nuestro mundo está preñado de amor por tal motivo, en las personas, familias, comunidades, regiones, un pueblo tan enamorado   no caben actitudes diferente a los resultados del amor.

San Agustín dice: “Ama y haz lo que quieras”, y es que si uno ama todo estará guiado  hacia el bien mayor.

Reflexionamos un poco

Volvemos al mes de febrero y sus símbolos tales como corazones, ángeles, espadas, color rojo, chocolates, peluches, flores, regalos, etc.  Y me pregunto: estos elementos aseguran que el amor sea vivido como un valor?  Toda esta dinámica nos hacen mejores seres humanos? Sencillamente,  febrero es un mes  aprovechado para amar más o es sólo  para ser explotado comercialmente al igual que otras épocas del año?

La cuestión es que el amor debe ser una fuerza motriz que nos orienta la vida  los 365 días del año, los 12 meses del año. Los valores no se han perdido y el amor puede ser vivido como tal.

Si amo, puedo hacer lo que yo quiera, pues la seguridad de que estará guiado por la fuerza del bien todo aquello que hago.

San Pablo en el libro de 1Corintio 13: 4-6, dice que el amor es humilde, servicial, justo, no es engreído, no se jacta por nada, el amor no tiene envidia, no hace nada indebido, no se goza de la injusticia, más se goza con la verdad… 

En este sentido,  parece que el amor va más allá del color rojo, azul o negro, es decir, el amor no tiene color, no tiene mes, no tiene día de celebración, siendo  así, todos los días estamos llamados a vivir el amor.  Y está la invitación a manifestar en  las actitudes  que el amor es parte de la dinámica de vida, y como ya decía lo que reza el refranero: “obras son amores y no buenas razones”, si amo quiero, creo, educo, cuido a las personas y en ella a las relaciones, a la cultura, a la sociedad. De manera que, el amor como fuerza genera seres humanos confiables, delicados, humanos, afectuosos,  que se quieren y quieren a otros.

De enero a diciembre está dada  la oportunidad de amar siempre, superando  creencias, colores,  filosofías,  tomando en cuenta que una de las cosas que mantiene al mundo en pie todavía es el amor que  mucho o poco está en el  corazón humano. Ser más humanos, más cercanos y que el amor sea parte de nuestra bandera personal. Ojalá que como pueblo podamos cultivar más el amor y los resultados de seguro que serán muy satisfactorios. Me amo, te amo, nos amamos