Se inicia el último de los cuatro años del gobierno de Danilo Medina y del PLD, con los cuales serían dieciséis de los últimos veinte que ese partido habría gobernado el país. En tal sentido, el balance de sus tres años de mandato debe hacerse desde la perspectiva de lo que han sido los gobiernos de esa organización y si su gestión ha mejorado los niveles de institucionalidad democrática del país y la situación de los grandes temas nacionales que heredó de las pasadas administraciones.
Los gobiernos del PLD surgieron del pacto de ese partido, en ese momento liberal, con el balaguerismo, la principal fuerza conservadora del país y portadora de importantes elementos del entramado político e ideológico del trujillismo. Con ese pacto, asumió las concepciones económicas, políticas e ideológicas en las que se asentaron los regímenes de Trujillo y de Balaguer: la construcción de obras públicas como idea de "progreso", para con ellas justificar la acumulación originaria de capital del grupo dominante y perpetuarse en el poder, la centralización antidemocrática de los poderes del Estado y la utilización del anti haitianismo como forma de cohesionar la sociedad en torno ese poder excluyente y conservador. Un lastre para ese partido, sus gobiernos y para la sociedad dominicana.
Danilo Medina, en sus tres años de gobierno ha seguido la esencia de esas concepciones asumidas por Leonel en 1996. Ha continuado, las mega obras del anterior gobierno, además de iniciar su proyecto de construcción de planteles escolares y al igual que en la anterior administración, los escándalos de sobrevaloración dolosa de todas esas obras, lejos de detenerse se multiplican, como el caso de las plantas de carbón. Ha acentuado la corrupción en instituciones del Estado, como el Congreso, profundizándolas en los partidos políticos para apuntalar y prolongar su mandato, como fue la compra de congresistas y sus partidos para la reforma constitucional que reintrodujo la figura de la reelección.
El antihatianismo fue el principal recurso de campaña del PLD en 1996. De los tres años de este gobierno, prácticamente dos han transcurrido alrededor de la crisis generada por la sentencia 168/13, que ha lastrado este gobierno y ha empañado la imagen del país en el exterior
En el gobierno anterior se auto reelegían los miembros de los órganos directivos del PLD, en el presente se sigue esa práctica, empeorada con la compra de la reelección de cientos de decenas congresistas y autoridades municipales de ese y de los otros partidos comprados. De carambola, logró contratar como "asesores" a profesionales del derecho vinculados a la oposición para hacer más expedita la referida reforma.
El antihatianismo fue el principal recurso de campaña del PLD en 1996. De los tres años de este gobierno, prácticamente dos han transcurrido alrededor de la crisis generada por la sentencia 168/13, que ha lastrado este gobierno y ha empañado la imagen del país en el exterior. Esa sentencia es fruto de un variopinto sector oscurantistas que dentro y fuera del PLD, del antihaitianismo han hecho su principal arma ideológica y política. Es el principal instrumento que utiliza Medina y su gobierno para aglutinar a diversos sectores sociales y políticos para promover su figura de cara a las próximas elecciones.
Que podrían señalarse uno que otro punto luminoso? sí, pero resultarían esencialmente irrelevantes al evaluar tres años de gobierno que han acentuado las lacras que caracterizaron al anterior, sin haber resuelto ninguno de los grandes temas nacionales. Puede destacarse que, a pesar de ser fruto de la presión nacional e internacional el gobierno propició la Ley 169/14 para paliar los efectos perversos de la referida sentencia y con ella una decisión de enfrentar el problema de la regulación migratoria, también el nombramiento de algunos funcionarios de incuestionable honestidad en importantes puestos del tren administrativo, que en algunas áreas se han establecido mecanismos que limitan la corrupción, que se ha logrado mejores niveles de recaudación y que con el salto de algunos charquitos se ha llevado esperanza y mejoría en algunos poblados.
Sin embargo, todo eso queda opacado por la persistencia de los grandes problemas arriba enunciado, además de otros no menos importantes relativos la seguridad ciudadana, a la lenidad de la Justicia y al deterioro de las condiciones medioambientales del país básicamente por irresponsabilidad estatal. Eso arroja un balance negativo de una gestión que ha acentuado casi la totalidad de los problemas que están llevando esta sociedad hacia un punto de no retorno