Sofía Andrea es un nombre muy feo, pero lo bueno es que no nació niña, sino que es una gata encontrada cachorrita en medio de la calle, adoptada y bautizada para dar y recibir amor. Y por eso todas las mañana me hace levantar para que le sirva su desayuno, aunque ya hoy le ha tomado el gusto a los paseos mañaneros y me esperaba en la puerta para bajar a acompañarme a recoger los periódicos, revisar las plantas y hacer el recorrido por el aire fresco de la mañana, especialmente en estos días lluviosos. Por cosas como éstas es que dicen, “al que madruga, Dios le ayuda”, y Sofi sale más allá de la puerta de entrada y se anima a hurgar más allá.

La lluvia ha bendecido nuestras plantas, están hermosas, crecidas y más fuertes. Debemos cuidarlas sí, de las babosas que se reproducen mucho en la tierra muy mojada o pantanosa, pero no son muy abundantes. Las plantas están lindas y pronto tendrán su lugar final de siembra. También se han desarrollado muchas mariposas, así que el limonero tiene muchas ramitas comidas, por eso decimos “no hay mal que por bien no venga”, las orugas se comen las hojas del limón, pero luego podemos disfrutar del nacimiento de las mariposas, así que tuvimos la suerte de encontrar una en proceso de nacimiento. Llevaba a cabo el proceso de fortalecimiento de sus alas, lo que contaba Jorge Bucay sobre cómo la mariposa expande las alas al salir del capullo para poder desarrollarse y volar, una metáfora que debemos aprender para nuestra vida, dar la posibilidad de abrir nuestras alas para que aprendamos a volar.

De manera que “al mal tiempo, buena cara”. La lluvia que pensé afectaría las plantas, al contrario les ha hecho mucho mejor. Un reflejo de que podremos extraer un beneficio cuantioso de estos días lluviosos, tormentosos, en más de un sentido, para buscar el camino de obtener los mejores resultados cuando las condiciones no son las mejores. Y es lo que vemos cuando nos damos cuenta de que “nunca la noche es más oscura que cuando va a amanecer”, puesto que si ponemos nuestro empeño en nuestros objetivos, siempre podremos obtener los resultados que buscamos y estamos esperando.

Siempre aprendí que los refranes son testarudos, corresponden a verdades de cientos de años de experiencias y vivencias populares que ven en el día a día su cumplimiento cabal y por eso, como “lo cortés no quita lo valiente” estos días en que no podemos ver el sol y tampoco nuestra amada luna, porque las gruesas nubes las están tapando, seguiremos viendo la luz que nos irradian, de día y de noche, para seguir obteniendo los mejores resultados de cada día, a pesar de las tormentas y las lluvias, reales y literales.