Todos los políticos. Todos los “líderes” de todos los sectores, sin excepción, deben ver la película el Joker (Guasón). Que no se la cuenten. ¡Véala! Sobre la misma se ha  dicho que es violenta, enfermiza y moralmente corrupta, porque, supuestamente,  incita a la violencia. Que hay que temerle y mantenerse alejado de ella por ser película peligrosa. Después de haberla visto, defiendo lo contrario: el mayor peligro para nuestra sociedad estaría en no ir a verla.

Nuestro país está padeciendo  una profunda desesperación. Nuestra Constitución está desgarrada, el cáncer de la corrupción está matando al país. gobernantes y políticos  dirigen el presente y el futuro de la nación con mucho desatino e insensibilidad social. El momento político local y mundial no está para reírse como lo hace el Guasón. Más allá de sus extraordinarias virtudes artísticas, por la fotografía, las actuaciones y los escenarios, la película expresa un contenido político muy claro y desafiante.

El actor Joaquin Phoenix, nacido en Puerto Rico, encargado de darle vida a Joker, y Todd Phillips, el director del polémico film, fueron ovacionados durante 8 minutos en el Festival de Venecia. Los economistas están hablando de la “economía del Joker”. El gran negocio del Joker dejó una taquilla inicial de US$234 millones. La película de Warner Bros, facturó sólo el primer fin de semana unos US$93,5 millones en Estados Unidos.

Es también una historia de rebelión y hartazgo social, de los desprotegidos pidiendo justicia; combate a la corrupción, trabajo y atención a todas las necesidades para tener una vida digna.

De acuerdo con cifras aportadas por  la experta en la industria cinematògrafica, Pía Barragán (Cine Colombia), en sólo 3 días de estreno esta película fue vista por 650.887 espectadores en todo el país y salas de cine, lo que representa el 66% del market share o mercado. En México el fin de semana posterior a su estreno la vieron 4,3 millones de personas, Brasil 1,7 millones, Perú 471 mil espectadores, Argentina 477 mil y Chile 340 mil. En Venezuela y en Nicaragua le han puesto ciertas restricciones. ¡Aquí en el país que nadie se la pìerda! Sería una lástima que el país se quede fuera de las estadísticas del Joker (Guasón).

Por tratarse de una película política, deben verla todos los políticos del país. Y todos los gobernantes incluyendo al presidente de la República y su gabinete. También deben verla fiscales, jueces, procuradores, miembros de la Armada y de la Policía Nacional, sobre todo, aquellos que golpean “peregrinos”. Todos los  gobiernos muncipales, sin excepción, ministros, alcaldes y regidores. Aquellos que teman ser abucheados o ser vistos, pueden asistir disfrados de Batman, de Guasón o con otras caretas. Si fuera necesario habilitar horarios de media noche, que se haga. ¡Lo importante es que nadie que deba verla se la pierda!

Ojalá que los primeros en asistir sean los legisladores de ambas Cámaras. Aquí deben ver el Joker tantas gentes,  que será necesario una emitir una Resolución congresual declarando la “Semana de Guasòn”. Urge. Que no sea un proyecto de Ley. Es lento y además algunas bancadas podrían votar en contra o abstenerse. Y, siendo el 2020 serà un año de elecciones y que aparecerán muchos “guasones”, que hagan las diligencias con tiempo  para declararlo el “Año del Guasón”. Sería bueno también considerar el ver el Guasón como un requisito para ser Miembro Titular de la JCE y del Tribunal Superior Electoral. Y también de otras Cortes y Tribunales. Y de todos los interesados en investigar, controlar y erradicar la violencia y los femicidios.

Por qué la urgencia de la amplia convocatoria a ver el Guasón. El filósofo esloveno Slavoj Žižek tiene parte de la respuesta.  Dice que la película 'Joker' es una imagen del vacío oscuro destinado a “despertarnos". El reconocido filósofo opina que el foco de la historia no son los problemas de una persona concreta, sino "la desesperación" del actual orden político. El filósofo precisó que la situación requiere "cambios radicales" y que "la insatisfacción que crece hoy es altamente seria" y que el “sistema” no puede afrontarla con reformas graduales.

Por qué más. La película alerta, angustia y llama a la acción.  Retrata la sensación de desigualdad creciente y de decadencia social. Un sistema que parece olvidarse de aquellos que no disponen de acceso a un trabajo, a la  vivienda, al agua, a educación y a una salud dignas. A las muchas carencias, la austeridad y el olvido se suma la humillación a que muchas de estas personas se ven sometidas.

El Joker ya no es sólo un villano psicópata, ahora es una persona olvidada por el sistema, que se rebela contra él. No hay una lucha entre el bien y el mal. Ahora es una lucha entre pobres y ricos. Y esta lucha ya se ve En Chile, Haitì, Ecuador,  Bolivia, Francia, Hong Kong, Colombia, Brasil, Sudàn, Nicaragua y Venezuela. Aquí en el país ya se oyen los pasos de su llegada. 

Pero no sólo es eso. No es únicamente una historia que refleja a todos los individuos “de abajo”, a ese entramado de seres humanos que logran insertarse a medias en el sistema y medio salir adelante. Comiendo a medias, viviendo a medias., trabajando a medias y ganado a medias. Es también una historia de rebelión y hartazgo social, de los desprotegidos pidiendo justicia; combate a la corrupción, trabajo y atención a todas las necesidades para tener una vida digna.

Es también es historia de desigualdad, de tener muy poco a costa de que unos cuantos millonarios, políticos y nuevos ricos gracias a la política, que gobiernan, mandan y deciden sin escuchar a los marginados y los más necesitados. Lìderes sin ideología y sin principios claros, tránsfugas  que corren con sus popias “pancartas rotas y divididas” sin mirar la “basura amontonada”. Y que tienen sus propias traiciones a los sueños de los ciudadanos. “Hay muchos –dirà el Guasón- que son felices psiotenado los sueños de los demás”.

La vida del Joker nos recuerda al concepto de “Sombra” del que  habló Carl Jung. En nuestro interior habitan unos impulsos adversos que debemos aceptar y sacar a la luz para sanarlos y proceder a la sanación. El perfil psicológico del Joker nos muestra que el personaje no sólo deja escapar su Sombra, sino que lejos de sanarla sale a bailar con ella y la deja libre.

Que los políticos no se la pierdan. Que la vean y la analicen solos o en grupo. Que la vean empresarios, obispos, pastores, rectores, maestros, líderes comunitarios y deportivos, ecologistas, feministas, periodistas y guionuistas de cine. Economistas, sociólogos, psicólogos, psiquiatras, médicos , filósofos y  compositores. Y también los padres de familia de todas las clases sociales del país.

Los días navideños son oportunos para ver la película. Para observar y condenar las “payadas” de muchos. Y también sanar la tristeza y las lágrimas compasivas de otros tantos. ¡La risa del 'Joker' oculta el dolor de la realidad!