Nueva York.-Los escándalos en torno a los Súper Tucano, Lula Da Silva, Marcelo Odebrecht y el embajador Francis Lorenzo, son gravísimos, amenazan la existencia misma del imperio estadounidense.
Toda está gente es y será castigada con severidad.
Lorenzo, el embajador de Funglode ante la ONU, cobraba en el Estado Dominicano para dirigir una operación de sobornos multinacionales a favor de un magnate chino. El se declaró culpable de sobornar gobiernos insulares para que le compraran equipos electrónicos a su jefe.
Si a Lorenzo lo dejan libre, sobornando gobiernos, ningún país le comprará nada a los Estados Unidos, todos le compraran al chino que paga jugosos sobornos. En Brasil hay varias personas presas por el soborno funcionarios dominicanos que le compraron ocho aviones Súper Tucano. Si Embraer puede sobornar a las fuerzas aéreas latinoamericanas para que le compren los Súper Tucano, quebrarán los fabricantes de aviones estadounidenses. Condenaron a Odebrecht en Brasil por financiar campañas electorales y cobrar con mega contratos de construcción.
Si Odebrecht y Félix Bautista pueden poner presidentes en Africa y Latinoamérica para traficar contratos por miles de millones de dólares, la influencia política estadounidense desaparecerá. Para perseguir cosas como éstas, y garantizar su supremacía económica mundial, Estados Unidos creó el Acta Contra las Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA).
Las investigaciones sobre los Tucano las inició el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. El verdadero, abominable e inaceptable crimen de Lorenzo, Da Silva, Marcelo Odebrecht y los que faltan, fue “quitarle” muchisimos millones de dólares a las corporaciones estadounidenses.
Se enriquecieron violando varios acuerdos bilaterales y convenios multilaterales. Robarle a los pobres no es delito en ninguna parte del mundo, pero “robarle” dinero a las corporaciones estadounidenses es un crimen internacional castigado con mucha severidad.
Las cuestiones económicas son los verdaderos motivos del imperio.