Hoy quise escribir sobre la gratitud. En estos tiempos, es muy frecuentemente vernos cegados por el caos y el desorden social que impera en nuestro alrededor, dejando de lado las cosas positivas y valiosas por las cuales debemos dar gracias cada día.

La gratitud es la capacidad de reconocer y agradecer los aspectos del presente y del pasado, positivos y negativos que nos han beneficiado y de alguna manera han otorgado un significado agradable a nuestra existencia. Las investigaciones sobre la gratitud sugieren que existen beneficios sociales, físicos y psicológicos y la buena noticia es que están disponibles para todo aquel que quiera hacer de la gratitud su compañera del día a día, no importa la adversidad o más catastrófica experiencia de vida por la cual esté atravesando.

En principio la gratitud es un reconocimiento. La persona que expresa gratitud ha adquirido conciencia de haber sido beneficiado. Emmons (2007) enumera tres condiciones que producen gratitud: 1) que la persona perciba aquello con que ha sido beneficiado como algo con valor, 2) que la persona pueda reconocer el agente que lo ha beneficiado (el beneficio recibido sólo es atribuido a las buenas intenciones del agente externo, no por mérito propio) y por último, 3) que la persona perciba el beneficio obtenido como un regalo, esto se refiere a la cognición de haber recibido algo gratuito y que transforma el reconocimiento de una posesión cualquiera en una experiencia de gratitud.

Las investigaciones realizadas por Robert A. Emmons y su colega Michael McCullough sugieren que la gratitud ayuda a la prevención y promoción de la salud mental. Además se asocia a mayores niveles de bienestar subjetivo y físico e implica procesos de pensamiento que resaltan los aspectos bondadosos del mundo y de la vida en general. También facilita el desarrollo de vínculos positivos y el crecimiento postraumático.

La práctica de la gratitud ha demostrado ser uno de los métodos más fiables para aumentar la felicidad y la satisfacción con la vida, así como para aumentar los niveles de optimismo, alegría, placer, entusiasmo, y otras emociones positivas. Se afirma que fortalece el sistema inmunológico, reduce la presión arterial, reduce los síntomas de las enfermedades, y nos hace menos susceptibles al dolor y otras molestias. También nos ayuda a tener mejor ánimo para ejercitarnos más y cuidar mejor de nuestra salud.

Otro de los beneficios es que las personas agradecidas duermen mejor y disfrutan de más horas de sueño cada noche, y se sienten más dispuestas al despertar. La gratitud fortalece las relaciones y nos hace sentir más comprometidos con los amigos y compañeros sentimentales. Cuando las parejas sienten y expresa gratitud, cada uno de ellos se vuelve más satisfechos con su relación, además de que promueve el perdón y nos hace más generosos.

Entonces, conociendo los múltiples beneficios de la gratitud, reconozcamos todas aquellas cosas por las cuales tengamos que agradecer. Siempre existen razones. Hagamos conciencia que nuestro presente es un regalo valioso y que debemos abrazarlo cada día con una expectativa de recibir lo mejor que nos tiene.

Mi pregunta final es: ¿Cuáles son las cosas con las cuales usted ha sido beneficiada y que debe expresar gratitud? Hágalas conscientes, escríbalas y exprese gratitud por las mismas. Hasta la próxima!

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