Los apagones en el sistema eléctrico dominicano tienen tres causas posibles.

Primero, que se produzca una avería importante en la red de transmisión o en una planta generadora clave, capaz de desestabilizar el sistema.

Segundo, que las empresas generadoras disminuyan la producción por falta de combustible debido a que sus clientes inmediatos, las empresas distribuidoras, no les pagan la energía que les compran.

Y, tercero, que aunque las generadoras  dispongan de suficiente  capacidad de producción, las distribuidoras solo les compren una parte de toda la energía que la  población  necesita y les demanda; es decir, una franja de la población tendrá luz y la otra, apagones.

Eso último es lo que está sucediendo con las tres distribuidoras, aunque la peor de todas es EDEESTE.

Veamos algunos datos. Según estadísticas oficiales, en promedio, durante el presente mes de abril EDEESTE solo ha comprado a las generadoras el 80% de la energía que le demandan sus clientes y el 20% faltante lo distribuye como apagones desde la Máximo Gómez hasta los linderos de Punta Cana.

EDEESTE supera en corte del servicio a EDENORTE Y EDESUR cuyas cuotas respectivas de energía no abastecida (apagones) oscilan este mes entre  12 y 15%.

Ahora bien, ¿porque las distribuidoras compran a las generadoras hasta 20% menos de la electricidad que les demandan sus abonados? Simplemente porque las distribuidoras tienen pérdidas cercanas al 34% y sus administradores saben que mientras más energía compran a los generadores,  más dinero perderán. Esas pérdidas se deben – principalmente – al desorden administrativo, al clientelismo dilapidador y a la retrasada y escasa inversión en activos como medidores, transformadores, redes, tecnologías, estafetas, etcétera.

Si EDEESTE, por ejemplo, compró el 82% de su energía mediante contratos a precio de 9.96 centavos de dólares el kilovatio-hora en el 2015 y lo vendió y cobró al público a 17.22 centavos de dólares –  73 % por encima de su costo –  y aun así se mantiene quebrada y no le paga a los generadores, entonces la responsabilidad es de su administración y el Gobierno. ¡Simplemente!

Rubén Bichara ha dicho que los apagones se deben a que algunas plantas generadoras salieron de servicio por razones técnicas. Sin embargo, Milton Morrison, vicepresidente ejecutivo de la ADIE declaro el pasado jueves 21 que “no es cierto que los apagones que reciben los consumidores diariamente se deben a la falta de capacidad de generación, ya hemos explicado en varias ocasiones que son las distribuidoras que determinan la cantidad de horas de apagones que reciben los consumidores”.

En nuestro parque de generación cuando alguna planta eléctrica sale de servicio para mantenimiento la misma puede ser sustituida por otra de las que integran la llamada reserva rodante del sistema, que aunque produce un poco más caro, su costo es razonable debido a los bajos precios de los combustibles prevalecientes. En cualquier servicio sensato el Estado siempre preferiría comprar una pequeña cantidad de energía un poco más cara y no someter la población a largos y costosos apagones. Aquí hacemos lo contrario.

Ahora el caso empeora por las elecciones. En el pasado las distribuidoras actuaron como un trampolín de fondos hacia las campañas electorales. El que lo dude que revise el registro histórico de las transferencias de subsidios del gobierno central a las distribuidoras en los meses preelectorales.

En estos momentos la CDEEE se ha ido de caravana y su administrador es el jefe operativo  de la campaña de Danilo. El que entiende lo mínimo de campañas electorales sabe que el jefe operativo es el hombre que resuelve: propaganda, locales, transporte, viáticos, logística, “montaje” de movilizaciones, publicidad y presupuesto especial para el Día D, 15 de mayo.

En resumen, el administrador de la CDEEE está ocupado y preocupado recolectando y repartiendo millonarios recursos para la gran caravana electoral de su partido y,…mientras tanto,… ¡los apagones siguen!