Vale, con justicia, una de arena por todas las que van de cal (en un país donde en la administración pública suele sobrar la cal y faltar la arena): Desde que empezaron a circular por avenidas y vías rápidas esas patrullas de seguridad y asistencia vial del Ministerio de Obras Públicas (los “Ángeles Blancos”, como empiezan a llamarles), los conductores, por fin, nos sentimos bien servidos con una parte de nuestros tributos. En verdad, es buena misión la que desempeñan esos soldados, con toda cortesía y sin aspavientos prepotentes, sin abusos, sin macuteos y sin favoritismos… (¡Ojalá que eso no se dañe!)