¡Qué curioso!…A veces, agentes de la Dirección Nacional de “Control” de Drogas (si, sólo las “controlan”) allanan espectacularmente alguno de los miles de puntos de venta de drogas que operan en cualquier barrio pobre (sólo en los barrios pobres); decomisan kilitos y sobrecitos; detienen a dos o tres expendedores, y al que se resista le entran a tiros (como acaba de suceder en el sector Capotillo). ¡Qué curioso!..Nunca se sabe del mayorista que suple la mercancía, pues los chinchorros no arrastran tiburones ni las culebras caen en gancho). Y, así, el gran negocio (¡Nada curioso!) sigue creciendo bajo control.