La semana pasada fue testigo de un hecho atroz y fue el asesinato de una pareja de esposos que regresaban del Cibao en un incidente que, según la policía, se debió a una “confusión” pues venían persiguiendo a unos delincuentes y el vehículo en que se transportaban era parecido al que perseguían.
Sobre el hecho hemos tenido varias reacciones entre ellas las palabras iracundas del Presidente, del director de la Policía y de diferentes líderes de opinión del país. Sin embargo esto no es suficiente porque todavía hay elementos sumamente importantes que no se han dicho sobre este caso.
Desde hace tiempo vengo diciendo que el tema del análisis del discurso debe ser incluido en el currículo educativo y en los pensums de las universidades. El vocero de la Policía ofrece una rueda de prensa para hablar del caso de la pareja asesinada.
En su intervención casi todo lo que dice está en la orientación de aclarar que la policía está consternada por ese hecho y que lo reprueba. Quienes sabemos de comunicación estratégica tenemos claro que en toda crisis la institución debe colocarse del lado de la sociedad y de las víctimas porque se necesita crear empatía.
Ahora bien, cuando le preguntaron sobre quiénes eran los supuestos delincuentes que estaban persiguiendo lo respuesta del vocero fue que se trata de una investigación en curso y que no puede dar detalles y vuelve de nuevo al tema de que la policía reprocha esa acción.
¿Qué puede estar pasando aquí? Posiblemente sea cierto, ahora bien, dada la mala fama que tiene la policía esta es la principal pregunta que se hace la población si en verdad se estaban persiguiendo delincuentes quienes eran.
Lo que se aconseja en casos como estos es que siempre se debe decir la verdad y tratar de esclarecer el incidente lo más rápido posible para evitar la falta de credibilidad. Lo que el vocero debió hacer fue decir con exactitud lo que hasta el momento no se ha dicho de este hecho horrendo y es: a quiénes se perseguía, quién dio la orden, por qué se perseguía a esas personas y por qué se produce "la confusión"; esa es una información que se supone deben tenerla y que se debe dar lo antes posible, de hecho inmediatamente ocurrió el evento la policía debió aclarar todo y ya ha pasado un tiempo prudente y aquí no se sabe nada más que asesinaron una pareja supuestamente por confundir el vehículo.
Así no se hace comunicación estratégica, ¿Qué ocultan o a quienes ocultan? Estas son las preguntas que no deben permitir que la población se formule pues todo parece indicar que están primero armando sus mentiras. Con Jean Alain vimos que construir un caso ficticio para encubrir es sumamente fácil.