En el 2017 por primera vez el número de turistas llegados en crucero superó el millón de personas y al año siguiente estuvo bien cerca de lograr esa misma cantidad de visitantes (982,329). Como a noviembre del 2019 el Banco Central reporta la llegada de 941,118 pasajeros por puertos, es casi seguro que el promedio anual de los últimos tres años esté cerca o supere el millón de visitantes.
Si el gasto promedio por pasajero se estima en US$87 de acuerdo al comportamiento de los años 2017-2018, los dueños de establecimientos que ofertan bienes y servicios a los turistas han estado recibiendo unos US$87 millones por año. Mantener y mejorar esos ingresos depende mucho de la disposición a ofertar productos de calidad y a precios relativos que estén alineados o no superen los que el viajero puede conseguir en otro destino. Y ya parecen superados por autoregulación sensata los episodios de desorden en servicios requieren un orden civilizado, por ejemplo taxis o visitas guiadas.
Del gobierno central y los gobiernos locales dependen servicios públicos que también es natural sean evaluados y comparados con el entorno de otros puertos. La limpieza debe ser uno de los más importantes. Un selfie que tenga de fondo una palmera con una inflorescencia sirviendo de estaca a botella plástica de agua, es algo tan degradante que no escapará el cadalso de las redes justicieras. En Puerto Plata, uno de los principales destinos, se han presentado situaciones que llegaron impedir el arribo de cruceros por la humareda de un vertedero cerca del muelle.
Precisamente, Puerto Plata recibe la mayor cantidad de buques y cruceristas. A noviembre 2019, 571,300 pasajeros desembarcaron en Puerto Plata de 174 buques, en promedio, un barco crucero cada dos días. Con los 237,602 visitantes que llegaron al puerto de La Romana, estas dos ciudades tienen el 85% del total en los primeros once meses del año. El promedio de pasajeros por buques para esos dos puertos o destinos es de 3,283 en Puerto Plata y 2,970 en La Romana.
Sobre el gasto de los turistas de cruceros, el Banco Central en el informe anual que prepara sobre la actividad establece para el año 2018 lo siguiente:
“Los excursionistas que visitaron la República Dominicana durante el año 2018, registraron un gasto promedio de US$89.18 durante su visita a los diferentes puertos del país, lo que representó un aumento de 4.91% en comparación con el registrado en 2017. El gasto promedio de los pasajeros de cruceros, de acuerdo al puerto utilizado, muestra que los que arribaron por el puerto de Santo Domingo presentaron una erogación de US$74.83. Asimismo, los que utilizaron los puertos de La Romana y Samaná gastaron US$100.53 y US$52.14 respectivamente.”
Es un error o una comparación injusta ver estos barcos como los que traían el aporte de la corona en los tiempos fuimos colonia española. El situado llegaba por una orden del rey donde era nula la libertad de capitán para cambiar de puerto. Los cruceros han llegado desde el 2017 porque un millón de personas seleccionaron voluntariamente la inclusión de nuestros puertos en la ruta de su excursión en un Caribe donde sobran islas y destinos. Con el situado éramos parásitos o carga para la nobleza, con los cruceros individuos productivos ofertando un intercambio de valor mutuamente favorable a extranjeros que nos visitan por un día. La diferencia es grande, muy grande, y el que no la vea se merece una travesía forzada en el carajo de una réplica de carabela del Almirante.