Heroína inmolada por su condición (negra, en una sociedad racista; mujer, en una sociedad de crudo machismo; pobre, en una sociedad donde ser pobre era una condena sin apelación; rebelde contra todo abuso trujillista, lo que le costó cárcel y tortura, hasta perder la conciencia), Andrea Evangelina Rodríguez Perozo, la primera médica dominicana, pionera de la educación sexual y la planificación familiar, ha sido maravillosamente rescatada de la indiferencia y el olvido, gracias a Chiqui Vicioso, autora de una excelente obra de teatro que inevitablemente provoca lágrimas de rabia y de pena.